Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el experto en Gestión de Emergencias, Michel De L´Herbe.
Sigue el trabajo incesante en el sur del país para tratar de controlar las llamas que han destruido más de 15 mil hectáreas de terreno forestal. El escenario más complejos se ha vivido en Quillón, en la región de Ñuble: y en Los Sauces, región de la Araucanía.
Comportamiento histórico de incendios
«Nosotros veremos durante las próximas semanas el libreto que tiene a estas alturas el Estado, donde empezamos a tener mayor alerta pública, empieza el discurso de la irresponsabilidad y la intencionalidad. Hay un comportamiento histórico con parte de los incendios y que tiene que ver con que incrementa la superficie y la rapidez contundencia y precisión con que se propagan rápidamente. El número de incendios ha disminuido en un 5% así que no estamos ante una situación compleja relacionada con conflictos locales. Entonces esto demanda focalizarnos en algo muy concreto. Para nosotros es normal fijarnos en aumento de temperatura como causa. Manejamos el tema del combate, y este es clave que sea rápido. En Quillón fue un incendio muy grande. Cuando hablamos de esa magnitud, nos referimos a que es superior a 200 hectáreas, por lo que vemos un incendio que es 200 veces más grande que uno normal. No hay que naturalizar estos incendios grandes. Y es probablemente que en la Araucanía lleguemos a las 15 mil hectáreas, representado un 50% de lo que se ha destruido», señala Michel De L´Herbe.
Recursos insuficientes
«Son insuficientes los recursos. Esto se asocia a lo que nosotros queremos lograr y cómo están las condiciones. Ha sido un cambio lento condicionado por dos hitos, uno es el incendio de Torres del Paine de 2012 y el otro es el de los incendios d 2017, esa catastrófica temporada adonde se quemó 10 veces más de lo normal. El sector privado reaccionó rápidamente en 2018, y el Estado ha ido incorporando lo que uno siempre habla de configuración de combate, el conjunto de herramientas que permiten abordar bien las emergencias. Ha sido más lento, aquí es muy importante la agresividad y ponerse delante de los fenómenos, de lo contrario siempre administrando detrás. Lo complejo de esto es que cuando estamos en esta temporada, es muy difícil implementar la logística durante ella, es complejo incrementarla o modificar esta configuración e combate. Acá el Estado es lento, administrando el daño más que anticiparlo, es mejor tener de más a tener de menos, ha pasado colado. Lo más catastrófico ha sido en Chiloé y es ahí donde nos pasa la cuenta lo centralista. Eso tampoco puede ser», indica el experto en Gestión de Emergencias.
Centralismo en distribución de recursos
«Cuando vemos el incendio en Chiloé tuvimos dos helicópteros funcionando, muy poco. Hay centralismo en distribución de recursos. Mientras que en una zona central hay mínimo 10 helicópteros. La rapidez en la respuesta es clave, de lo contrario se escapa el incendio. Tres incendios quemaron 15 mil hectáreas en 2017. Después crece tanto que necesitas demasiada logística. Cuando ya te gastaste en un incendio todo lo que tenías en la bodega, te apareció otro y aparece el quiebre de stock de recurso», afirma Michel De L´Herbe.
Delito de incendio en Chile
«El delito de incendio en Chile es uno bastante grave, no estamos hablando de que se salga con clases de ética o que se salve de la cárcel. El tema es que debemos diferenciar. Es un delito muy difícil de perseguir en el caso de forestal. Hay otro elemento, y es que tenemos la percepción de que aquí hay una gran intencionalidad, llega un momento en que estamos en zona de vida o muerte y la verdad no es tanto. La mayoría son incendios producto de acciones agrícolas y de camping, accidentales. El 60 o 70% de la superficie destruida es generada por solo 60 o 70 incendios. Es fundamental comprender que la logística debe incorporar combatir estos incendios», agrega el experto en Gestión de Emergencias.
Rol de Fuerzas Armadas
«En España las aeronaves son manejadas por un grupo del Ejército y caen dentro de una categoría de utilizado como recursos de Fuerzas Armadas, pero acá ha habido resistencia a ese cambio, probablemente porque nuestro sistema es fragmentado. Si hablamos de incendios forestales nos referimos a Conaf, pero no basta con el avión o el helicóptero, requieres personal capacitado para combatir incendios forestales, aeronaves que tengan una modificación. Las Fuerzas Armadas son un complemento, tienen brigadas forestales que combaten por tierra, pero cuando perdemos integración perdemos la posibilidad», concluye Michel De L´Herbe.