El líder de The Doors, Jim Morrison, es sin duda uno de los músicos más conocidos y aclamados de toda la historia.
El difunto vocalista instauró diferentes mitos que se relacionan al concepto de rockstar; incluyendo su fallecimiento a los 27 años en París.
De hecho, este fue uno de los primeros miembros del infame «Club de los 27»; al cual pertenecen diferentes figuras de la historia de la música como Amy Winehouse y Kurt Cobain.
Es lógico entonces que todos los fanáticos de Morrison, tanto aquellos que alcanzaron a verlo con vida, como los que no; hayan transformado la tumba del músico en uno de los destinos turísticos más visitados de toda Francia.
Jim Morrison
De hecho, según reportan archivos del diario El País, en diferentes ocasiones la cripta del músico ha debido ser vigilada; todo por la cantidad de fanáticos que la visita.
«Su tumba, ubicada en el famoso cementerio parisino Pere Lachaise, se ha convertido (con los años), en un lugar de peregrinación para todos los fanáticos y seguidores que Jim Morrison dejó luego de fallecer«, aseguró el periódico.
«Sin embargo, algunos de los visitantes de la tumba han generado tantos revuelos en el cementerio que los parientes de los muertos enterrados a su alrededor se han quejado; al punto de que el ayuntamiento parisino ha tenido que contratar guardias de seguridad para que los admiradores del malogrado cantante no pinten sus lápidas ni provoquen más destrozos«, añadió el registro.
Y a pesar de todo el revuelo, cientos de fanáticos de todo el mundo llegan a verter alcohol a la tumba de Morrison. Esto en homenaje a la historia de vida del rebelde vocalista de The Doors; quien murió entre drogas y alcohol, reflejando el espíritu autodestructivo del Rock’n’Roll.