Un martes 26 de enero se realizó un evento importantísimo para todos los rockeros y metaleros, con Metallica como protagonista.
Un nuevo encuentro entre Metallica y su público chileno, estaba agendado con bastantes meses de anticipación. Luego de que la gira del cuarteto se extendiera por todo el mundo y con una duración de tres años.
«Death Magnetic» su nuevo disco de ese entonces, fue lanzado el 2008 y con el tour impulsaron este trabajo que culminó en ciertos países en el 2010, como en el nuestro.
Además de ser especial por ver nuevamente a la banda más popular del metal, aquella ocasión en el Club Hípico, fue la oportunidad para la generación millennial de ver a Metallica en su territorio y por primera vez.
Metallica y su debut millennial
Este grupo etario que se compone por los nacidos en 1980 y 1995 (depende de donde lo leas, aún no hay una fecha exacta) y que se criaron con importantes inventos tecnológicos, pudo tener a metros de distancia a los liderados por James Hetfield. Pero que los conocieron descargando su música, cuando su «merchandising» era mucho más accesible y además, con bastantes años de trayectoria.
Para los que en 1999 eran muy pequeños en la segunda visita de la agrupación, para esta oportunidad pudieron asistir en un show que no decepcionó. Además que «Death Magnetic» fue un acercamiento con los fanáticos adeptos a las primeras placas.
En aquella oportunidad y con el sol encima, miles de jóvenes y no tanto con poleras negras se tomaron los alrededores del Club Hípico para celebrar este evento.
No todo fue positivo. En la violenta tradición y esperemos se elimine pronto, de mirar en menos otros estilos de música; se generaron algunos encuentros con los seguidores de la banda The Cranberries que se presentaba el mismo día que los estadounidenses, además de incidentes realizados por quienes no consiguieron entradas.
Fuera de ello, todo funcionó de gran manera. Criminal de nuestro Anton Reisenegger estuvo presente para abrir una jornada inolvidable. Nueve canciones con «Self Destruction», «Hijos de la Miseria» y «Victimized»; en el cierre fueron parte de una redonda presentación con algunos problemas de sonido, pero sin perder intensidad.
Algunos traspasos de público se podía observar en el repleto Club Hípico. Un par de asistentes bien intrépidos lograron saltar desde «Cancha Normal» a «Cancha Vip», en un reto que fue aplaudido por el resto del «venue».
Un set poderoso en el Club Hípico
Con luz de día aún, comenzó lo más esperado. El debut para muchos de los millennials presentes en un concierto de Metallica se transformó en realidad.
18 canciones, con una unión entre lo nuevo y lo antiguo dejó fascinados a la mayoría de los presentes al concierto. El buen humor de James Hetfield, la complicidad del también debutante Robert Trujillo, la personalidad de Lars Ulrich y por fin, escuchar el «wah-wah» clásico de Kirk Hammett; fueron algunos de los puntos a destacar del inolvidable show.
El calor de «Fight Fire With Fire» que se sintió en el rostro de todos los presentes, la velocidad de «The Four Horsemen» y el final, con la dupleta «Whiplash» y «Seek and Destroy», marcó la base para los conciertos de esa generación y los que vendrían después.
Si hay algo que nos une, independiente de tu fecha de nacimiento, es un show y en especial de Metallica y por supuesto, con la compañía de Radio Futuro. ¿Estuviste ahí?