El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha declarado el estado de emergencia por primera vez en la historia del país en respuesta a las protestas contra las restricciones impuestas por el coronavirus y en contra de la vacunación por los llamados «antivacunas».
Trudeau ha explicado que esta medida será «limitada en el tiempo»; su uso será «responsable y proporcionado» y ha asegurado que no se recurrirá al Ejército.
Con esta declaración, la Policía tendrá «más herramientas» para detener o multar a los manifestantes y proteger además infraestructuras clave para el país.
Canadá
«Se trata de que los canadienses estén a salvo; de proteger los empleos de la gente»; ha asegurado el mandatario canadiense después de tres semanas de protestas contra las restricciones.
La vice primera ministra; Chrystia Freeland, ha explicado que los bancos podrán embargar las cuentas personales de quienes participen en estas protestas y además se puede suspender el seguro de los vehículos de cualquier activista.
Además están preparando una ampliación de la normativa sobre financiación del terrorismo para que incluya las criptomonedas y las plataformas de recaudación en internet. «Hay que seguir el dinero», ha explicado Freeland.
Este domingo las fuerzas de seguridad despejaban el puente Ambassador de Windsor; una de las vías más importantes que comunica Canadá con Estados Unidos que estaba bloqueada por los antivacunas desde el pasado martes. Mientras, cientos de manifestantes continúan acampados en Ottawa.