La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha levantado este miércoles la restricción del uso obligatorio de la mascarilla en espacios públicos; aunque la medida seguirá vigente en las escuelas de todo el estado, al menos hasta principios de marzo, cuando se realizará una nueva evaluación de la situación en estos centros.
Hochul ha justificado la decisión por el descenso «tremendo» en el número de contagios diarios, y en los ingresos hospitalarios en hasta un 63 por ciento, ha destacado, lo que ha permitido al estado de Nueva York entrar en una «nueva fase».
«¿Por qué pasa todo esto? Porque los neoyorquinos y las empresas han dado un paso al frente y han hecho lo correcto. Siempre les estaré agradecida por ser la razón por la que estas cifras han disminuido», ha celebrado Hochul.
No obstante, Hochul ha precisado que las empresas cuentan con la posibilidad de imponer sus propias reglas en sus entornos de trabajo independientemente de la decisión estatal. «Queremos que sepan que cuentan con esa prerrogativa y que las personas que quieran seguir usando mascarillas puedan seguir haciéndolo», ha dicho.
Nueva York
«Esta lucha no ha acabado. No nos vamos a rendir, esto no es un desarme. Seguiremos adaptándonos y respondiendo a las circunstancias a medida que vayan cambiando», ha dicho la gobernadora demócrata.
La decisión de Hochul se da en paralelo a los litigios que el estado ha estado manteniendo en las últimas semanas con asociaciones de padres de alumnos, que presentaron un recurso contra la obligatoriedad de las mascarillas en las escuelas.
Un juez de la Corte Suprema del estado dio la razón a los progenitores el pasado 24 de enero, pero un día después un tribunal de apelaciones volvió a poner en vigor la orden del Gobierno de Nueva York, que alcanzó ese mes su promedio más alto de casos diarios de coronavirus.
Actualmente, poco más del 74 por ciento de los habitantes del estado está completamente vacunados, según datos de la cadena NBC.