El Presidente de la República, Gabriel Boric, junto a la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, firmó el proyecto para aprobar el Tratado de Escazú.
Durante su discurso desde La Moneda, el Jefe de Estado señaló que se trata del “primer acuerdo vinculante del mundo respecto a la protección de los defensores de derechos humanos en materia ambiental en una región en donde esta lucha ya ha costado muchas vidas».
«Nos hemos demorado más de la cuenta en firmar este proyecto. Su negociación partió y fue liderada por Chile y Costa Rica y, sin embargo, por diferentes motivos no avanzaba, hoy enmendamos el rumbo», agregó Boric, consigna ADN.
De esta manera, el gobernante reafirmó esta firma “da cuenta del sentido de urgencia con el que entendemos la crisis climática y la protección de los derechos humanos de quienes defienden nuestro entorno».
Además, el Mandatario indicó que «es el primer proyecto que vamos a enviar al Congreso, somos un Gobierno que cumple con sus compromisos».
En ese sentido, Boric invitó “al Congreso y a sus representantes a que en sus diferentes Cámaras se la jueguen para que aprobemos esto con rapidez porque la vida no puede esperar”.
Acuerdo de Escazú
Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con la abogada y máster en Derecho Ambiental de la Universidad de París, académica de Derecho de la Universidad de Chile y directora del Centro de Derecho Ambiental, Valentina Durán.
“El Acuerdo de Escazú permite tener un plan de implementación; y como país tener más transparencia en la gestión ambiental; que se asegure el proceso de participación de manera informada en temas de nuestra vida cotidiana como el problema ambiental; el acceso a la justicia y proteger los sistemas ambientales. Es difícil encontrar en el futuro discrepancias en la aplicación del acuerdo. Este acuerdo se hizo siguiendo como inspiración la Convención de Aarhus; que nunca ha tenido un juicio internacional en Europa por la aplicación de este tratado. Las aversiones van por parte de quienes piensan que la protección del medio ambiente es un obstáculo para el desarrollo”; señala Valentina Durán.