Este jueves, la Concejala Municipal de Estación Central denunció a través de su cuenta de Facebook que una vecina de la comuna se habría consumido un anticucho de carne de perro comprado en la calle.
Michelle Tabilo, Concejala de Estación Central, denunció que una vecina de la comuna habría sido atendida en un centro asistencial luego de presentar malestares estomacales. Dentro del lugar, se indicó que sus molestias era producto a que se encontró un chip de perro dentro de su estómago, el cual procedió de un anticucho que la vecina consumió en el Barrio Meiggs.
Luego de unas horas, se conoció que la persona intoxicada se trataba de una niña de 8 años, y que el dueño del chip encontrado en el estómago de la menor se trataría de un perro poodle.
«Estimad@s vecin@s: el día de ayer en concejo municipal informé el caso de una vecina que consumió un anticucho en la calle; llegó al hospital por un malestar estomacal y lamentablemente tenía un chip de un perrito en el estómago. Solicité fiscalización de los alimentos en el comercio ilegal, pero como recomendación no coman nada en la calle y por favor cuiden a sus mascotas.»; informó la Concejala a través de la red social.
La noticia impactó a todo Chile producto al tipo de alimentos que se pueden adquirir dentro del comercio ilegal.
El Alcalde de la comuna, Felipe Muñoz, mencionó que la Concejala le habría comentado que; «una amiga de ella había ido a Meiggs, a la parte que pertenece a Estación Central, y había consumido un anticucho con la hija».
«Primero le hicieron un escáner, el que arrojó el chip, pero la niña se empezó a sentir mal y le tuvieron que hacer el retiro del chip»; destacó Felipe Muñoz.
Además, le preguntaron al Alcalde que si la familia que habría inscrito el chip estaba al tanto de los hechos, por lo que señaló que; «me comunicaron que sí. Lo único que puedo decir es que era un perrito de raza poodle».
Fiscalización de comercio informal
Luego del impactante suceso, la Seremi de Salud, en conjunto a la Municipalidad y Carabineros; realizaron una dura fiscalización en el centro del Barrio Meiggs con el fin de decomisar y fiscalizar los carritos que se encontraban en el lugar vendiendo. Asimismo, poniendo en cuestión la salubridad y las condiciones en las que los comerciantes se encontraban vendiendo los alimentos.