Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el director de la Fundación Educacional Origen, Roberto Miranda.
Una serie de hechos violentos se han conocido en distintos establecimientos educacionales del país; cuyas autoridades ven con preocupación el aumento de agresividad entre el alumnado que retornó este año a clases presenciales. Una situación que se enfrenta con un exitoso método al interior de la Fundación Educacional Origen; que actualmente controla dos colegios en la capital, bajo el concepto de Paz y Educación.
“La fundación tiene un colegio agrícola hace 39 años y el colegio Subercaseaux que cumple 9 años. Nuestra mirada desde el año 91 fue una mirada agroecológica que tiene que ver como miramos nuestro entorno y eso nos lleva a mirar nuestro entorno. Empezamos a mirar nuestra naturaleza viendo que hay muchas cosas que son constructos sociales y aplicándola uno puede observar cómo funcionan las familias y la sociedad”, señala Roberto Miranda.
Sobre hacer del proceso educativo algo transformador
“Para mí la violencia no está en los colegios, eso es solo reflejo de lo que hay afuera, una violencia estructural. Yo hablaría que todos los niños de Chile tienen sus precariedades donde existe violencia estructural y ellos la aprenden de su entorno. El sistema educacional instruye más que educar, es más importante los puntajes pero poco convivir, entonces esta escuela genera un estado de confianza, el niño va a la escuela y nosotros le decimos confiamos en ti, indica el director de la Fundación Educacional Origen.
“Nuestro principal esfuerzo pedagógico sea un conjunto de cuestiones pedagógicas. Los niños se comienzan a acostumbrar que hay un lugar donde existe convivencia sana. Existe mucha interacción, aunque durante la pandemia tuvimos que conectarnos on line, nos preocupamos de su bienestar”, agrega.
Sobre regreso de la pandemia a clases, la depresión, cómo lo manejaron
“Lo primero es que ellos nos expresaban que querían volver a la escuela y cada vez que pudimos abrir el colegio lo hicimos, nos enfocamos en la interacción. Los colegios son almácigos de conflictos ya que existen diferentes miradas y eso solo se puede resolver a través del diálogo”, plantea.
“A la escuela también llegaron temas como el acoso, donde los niñas se juntaron e hicieron una protesta dentro del colegio y nosotros como autoridades nos acercamos para ayudar y las niñas dijeron queremos conversar y ahí hay instancias de conversatorios de diferentes temas, entonces se instaló un conversatorio y ellos y ellas ahí se escucharon y expusieron sus puntos y diferencias. Las escuelas deben motivar las instancias de dialogo porque hay diferentes formas de vida que incluso se contraponen, por lo tanto hay que invitarlos a conversar”, añade.
¿Cuál es el corazón de la fundación qué se pueda traspasar a otros?
“Yo creo que cada comunidad debe construir su propia cultura escolar. La cultura es una construcción social. Hay que eliminar los verticalismos, hay que dejar que los jóvenes puedan expresarse, dialogar, exponer. Tienen que ser escuelas democráticas y socioafectivas. Hay que poner más atención a la cultura interactiva escolar y eso permitirá a las comunidades educativas enfrentar estos problemas emergentes, quizá no se acabe el conflicto, pero pueden existir herramientas para disuadir aquellas cosas”, concluye el director de la Fundación Educacional Origen, Roberto Miranda.