Son pocos los bajistas que hayan tenido tanto impacto en la música como Kim Gordon de Sonic Youth. Como miembro fundador del innovador grupo de noise-rock, junto a Thurston Moore y Lee Ranaldo, Gordon se ha convertido desde entonces en un icono del género para toda una generación.
Con demasiada frecuencia confinada a la esteriotipada categoría de «bajista mujer», el desafío de Kim Gordon de no ceñirse a los ideales de lo masivo siempre la ha visto triunfar artísticamente.
Y en el día en que cumple 69 años, repasamos diez de sus mejores canciones en Sonic Youth, esas donde Kim Gordon es la protagonista absoluta…
Freezer Burn / I Wanna Be Your Dog
Cuando Sonic Youth lanzó «Confusion in Sex», su álbum debut en 1983, el mundo del rock underground se puso de pie y se dio cuenta. La banda tenía un nuevo sonido, casualmente llamado sin onda, y un potente sistema de transmisión. Eran feroces y sin miedo. Pero quizás lo más importante es que eran inteligentes. La banda no solo podía interpretar un monstruo de rock ruidoso como «Freezer Burn», sino que podían combinarlo con el mismo tipo de energía que encendió los fuegos de Iggy Pop cuando lo casaron con «I Wanna Be Your Dog» de The Stooges. Puro dinamismo.
Shadow of a Doubt
En el tercer álbum de Sonic Youth, EVOL es donde el grupo realmente definió su sonido arquetípico. El furioso trabajo de pedal de la banda y los riffs difusos proporcionaban ahora un grado de meditación y amenaza. «Bésame en la sombra de una duda», canta Gordon en «Shadow of a Doubt», la canción que gira en torno a esta súplica. Es una frase adecuada considerando la dualidad de la canción y el estilo innovador de la banda.
Pacific Coast Highway
Uno de los primeros ejemplos de un estilo que Kim Gordon convertiría en una de sus marcas registradas, en el que adopta la voz del enemigo —un hombre furioso, celoso y posesivo al borde de la violencia— para descubrir qué lo motiva. Mientras las guitarras rechinan como pistones oxidados detrás de ella, clichés enamorados como «Me haces sentir tan loco» y «Quiero dejarte sin aliento» revelan su amenaza apenas oculta. «Vamos, súbete al coche, vamos a dar un paseo a algún lado», insta su narrador. «No te lastimaré tanto como tú me lastimaste».
Cross the Breeze
«Daydream Nation» es el disco donde muchas personas comienzan su viaje con Sonic Youth. Ampliamente considerado el mejor álbum de su catálogo, en «Cross the Breeze», Gordon está en su elemento. «¡Quiero saber! ¿Debería quedarme o irme? » ella canta en la poderosa pista de su bombeo. Esta fue otra declaración de intenciones de Sonic Yuth, ya que demostraron que ahora habían perfeccionado su sonido. Eran los punks ventajosos para una nueva generación, siempre pidiéndote que desafías a todos y cuestionas todo. Gordon son los fuertes vientos que alimentan la tempestad.
Kool Thing
Una pista casi molestamente pegadiza, «Kool Thing» del disco seminal de la banda, «Goo», en realidad está escrita sobre el rapero LL Cool J, un hombre al que Gordon admiraba antes de realizar una entrevista con él en la que dijo que un hombre «tiene que tener control sobre su mujer». Naturalmente, Gordon se sintió invadida por una nueva emoción al salir de la entrevista y canalizó su ira en «Kool Thing». Funciona como una pista punk dispuesta para derribar a cualquier MC en su camino.
Swimsuit Issue
Sonic Youth sfirmó con Geffen Records y estaban listos para embarcarse en una misión de convertir las ondas radiales con su rock de vanguardia. Pero no estaban allí para callarse y verse bonitos, Sonic Youth seguían siendo los art-punks que siempre habían sido. Como prueba, basta ponerle play a «Swimsuit Issue» de «Dirty» de 1992, que ve a Gordon entrenando su punto de mira sobre un presunto incidente de acoso sexual que emanaba del propio sello de la banda, Geffen. Como reflejo de cómo los ejecutivos ven a las mujeres, Gordon incluso lee el nombre de cada modelo en la edición de 1992 de Sports Illustrated Issue. Es un mensaje poderoso.
Bull in the Heather
Cuando Sonic Youth se logró meter en el mainstream del rock, sus esfuerzos artísticos fueron naturalmente un poco embotados, o quizás más exactamente, remodelados. Todavía estaban decididos a poner sus ideas más radicales en su música, pero ahora tenían que hacerlo de forma un poco más encubierta. Una de esas canciones es «Bull in the Heather», que bien puede ser una de las canciones más populares de este período y probablemente contó con la banda sonora de suficientes crisis suburbanas de adolescentes para toda una generación. Pero más allá de eso, y con un coro pegadizo, la canción realmente se basa en los homenajes triunfantes del noise-rock de Gordon.
Little Trouble Girl
“¿Recuerdas, madre? Estábamos cerca «, repite Kim Gordon en «Little Trouble Girl». «Muy, muy cerca». Mientras que Gordon toma el verso con una entrega monocromática de palabras habladas. Kim Deal asume el papel de vocalista invitada con un vientre siniestro. A medida que los dos cantantes intercambian voces, crean un lugar sombrío lleno de terror espeluznante y motivos clandestinos. Escrita como un reflejo subvertido de los grupos de chicas al estilo de Phil Spector de los años sesenta, Gordon se convierte una vez más en la mente maestra artística.
I Love You, Golden Blue
Por supuesto, Sonic Youth había dominado el oficio cuando salió «Sonic Nurse» de 2004, pero aún en «I Love You Golden Blue», el grupo encuentra un nuevo tono que lo marca como una de sus mejores canciones. Una meditación guiada de la música, los suaves tambores solo son eclipsados por el bajo de Kim Gordon. Moviéndose contra el hilo musical, Gordon crea una esfera sonora que se siente ineludible y distópica, solo resaltando la sutileza del resto de los movimientos de la banda. Su voz susurrada completa el proyecto y lo convierte en una pieza verdaderamente notable.
Massage the History
El último álbum de Sonic Youth siempre sería difícil de aceptar. El grupo cerraría las puertas al proyecto después de»The Eternal» de 2009 y, a juzgar por la totalidad del disco, no fue una mala idea. Su música se siente un poco más impredecible que nunca y quizás la idea de cerrar las cortinas en un espectáculo tan fascinante fue buena. Pero eso no significa que la banda y Gordon no tuvieran un as en la manga. Uno de esos fue «Massage the History», que no solo fue una obra serpenteante de 10 minutos que incluye guitarras acústicas y amplificadores difuminados, sino que le permitió a Gordon viajar en el tiempo y compartir su preciada voz por última vez.
