Un CD-ROM «pirateado» escrito con plumón permanente con la tipografía artesanal de Metallica que decía «Kill em’ All» me cambió el sentido de lo que escuchaba a los cortos 12 años.
Por fortuna y en la típica radio de la profesora de inglés, marcó el track seis y «Whiplash» invadió mi forma de entender el rock y obviamente, el metal.
20 años después, y luego de la clásica «The Ecstasy of Gold», la banda de Lars Ulrich, James Hetfield, Kirk Hammett y Robert Trujillo, ejecutó «Whiplash» ante un Club Hípico repleto, que esperó dos años para presenciar el sexto espectáculo de los norteamericanos, y a mí, me invadieron los recuerdos…
Metallica en Chile
Tanto como yo, las miles de personas que estuvieron presentes en el recinto traen consigo historias de la agrupación. Desde cada uno de los que esperaron en filas eternas esperando al conjunto de sus vidas, lucharon con el barro luego de la lluvia del martes 26 de abril, llegaron de todo el país e incluso desde el extranjero y que llenaron un Club Hípico que no estuvo preparado para recibir a la «familia Metallica», como diría Hetfield durante el show.
Con casi 40 años de trayectoria, su catálogo ya es parte de diversas generaciones que quedó demostrado en el sexto espectáculo de nuestro país y que gracias a la música, bajó un poco el nivel de descontento y mal rato generado por los ingresos y salidas al clásico lugar utilizado normalmente para la Hípica.
Comienzo de show
A las 22:00 horas en punto y con un retraso de una hora -probablemente para que pudiera ingresar la gran masa de público que se encontraba en los accesos- comenzó un emotivo show de Metallica.
Los dos años de suspensión, la pandemia, la lluvia y las adversidades del lugar, se mezclaron con uno de los conciertos más completos que se ha visto en la historia del rock y el metal de nuestro país.
A excepción de algunos errores evidentes solo en «The Unforgiven», los clásicos «Ride The Lightning», «The Memory Remains» y el resto de canciones mostraron una gran condición en vivo de los músicos en escena.
Con un James Hetfield en su mejor forma física en los últimos años, desplegó actitud, gran voz y unos riffs que solo él puede realizar.
La pantalla en alta definición se robó la atención en gran parte del evento sumado a los fuegos artificiales. Más las columnas de fuego; entregó el calor que se agradecía en un Club Hípico que al horario de comienzo marcaba solo 13 grados en el termómetro.
En los alrededor se podía apreciar llantos, «cuernos» al cielo y una multitud agradecida de lo realizado en el escenario. La promesa de Lars al despedirse quedará desplegada, señalando que volverían «muy pronto».
Desde ese disco no original, hasta la noche de miércoles 27 de abril en Santiago de Chile se confirma solo una cosa. El compromiso de las fanáticas y fanáticos chilenos con los «4 jinetes» a pesar de todo, y que fuera de «tan solo una banda de rock», Metallica es para toda la vida.
