Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con la senadora del Partido Comunista (PC), Claudia Pascual.
Terminó la luna de miel y el Gobierno comienza a llegar a un punto de equilibrio, según lo comento en Futuro el gerente de Asuntos Públicos de Cadem, Roberto Izikson, quien abordó el escenario al interior del oficialismo que enfrenta dividido algunas de las problemáticas ciudadanas. La seguridad pública y la situación en la macrozona sur, son algunos de los temas que generan roces al interior del bloque, desde donde se han conocido cuestionamientos internos – como el caso del alcalde Daniel Jadue – por las medidas adoptadas por La Moneda.
Rol del PC
“El PC no es ningún partido hegemónico. Tenemos un papel de colaboración y compromiso para que al Gobierno le vaya bien. Chile necesita profundos cambios en materia de derechos sociales y con modelos de desarrollo más justo. Vamos a hacer todo lo que está a nuestro alcance para ello”, señala Claudia Pascual.
Prioridades
“Es indudable que hay temáticas que siempre pueden aparecer con prioridades o urgencias distintas a los temas de fondo. Generar un trato diferente entre el Estado y las comunidades mapuche tiene que ver con las temáticas que están ocurriendo en la macrozona sur. Se topa con temáticas de seguridad. La gente quiere trasladarse segura, eso implica combatir la delincuencia y el narcotráfico con fuerza. Las temáticas de educación también son centrales. Hay que seguir avanzando en la agenda transformadora sin despreocuparse de otras temáticas que surgen en la urgencia de la cotidianeidad”, indica la senadora PC.
Estado y comunidades mapuche
“La posibilidad de que el Estado establezca políticas públicas con las comunidades mapuche, con la gente que vive en todos los territorios de la zona, pasa por establecer medidas de seguridad. Frente a eso, para nadie es fácil, para ningún Gobierno, tomar una decisión así. Pero entiendo que es una medida que lo que busca es respetar los derechos humanos, los derechos civiles y políticos y hacerse cargo de un tema de inseguridad, que no tiene que ver con las comunidades. Ahí hay delincuencia y otras temáticas que se tienen que adoptar. Entonces es un pie forzado”, afirma Claudia Pascual.
“Ningún país puede decir que el involucramiento de las Fuerzas Armadas en temas delictuales es que estamos bien. Deberíamos haberlo controlado con fuerzas policiales. Hoy tenemos fuerzas policiales y armadas que están altamente cuestionadas desde el estallido. Son inquietudes que me parecen naturales. Espero que la reforma profunda de las fuerzas policiales y de la doctrina de las fuerzas armadas se comience cuanto antes, porque no se puede seguir así”, agrega.
Convención Constitucional
“Sobre Convención, uno no puede generar política ficción. Hoy tenemos 2 escenarios posibles desde el 4 de septiembre: aprobar o rechazar el borrador de la Constitución. Todas las iniciativas de terceras alternativas, de vías distintas, llama la atención que todos los actores de la derecha que han estado en contra de una nueva Constitución, que llamaron a rechazar, hoy y antes del Plebiscito de Salida están planteando otras vías para plantearse el proceso en curso. Ese proceso en curso no es perfecto, pero está generando una Constitución que es bastante más en sintonía con los derechos sociales que la gente quería, con las formas más cotidianas de perfeccionamiento de la democracia. Estoy convencida de darle una oportunidad a esta nueva Constitución y a que lo que haya quedado corto o algo que no esté resultando, bueno, que haya mecanismos con quórum menos altos para poder seguir modificando la Constitución, para que la Constitución quede como una herramienta o como una caja inamovible”, asegura la senadora PC.
“No hay que desechar el proceso que hasta acá se ha llevado a cabo. Es insólito que quienes están pensando en nuevas vías estén pasando por alto situaciones complejas. Este proceso se abre a partir de las violaciones a los DD.HH. que se registraron en el país. Y las condiciones estructurales del país no han cambiado, entonces no da lo mismo el resultado. Podría enarbolarse una situación política y social mucho más compleja, por ende, es necesario encausar esas demandas de la ciudadanía con cause democrático. Este proceso constituyente no es perfecto, pero el que no sea perfecto no significa que es malo. Y hay gente que fue desde el principio a la Convención a no hacer ningún debate y se han opuesto a todo. Han rechazado todo”, concluye Claudia Pascual.