Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Ernesto Treviño, director del Centro UC para la Transformación Educativa (Centre UC).
Estudiantes del Liceo 1 intentaron ingresar a la Municipalidad de Santiago, exigiendo reparaciones e intervención de la infraestructura de su establecimiento. Este hecho se suma a las protestas registradas en el sector de Cumming y en las afueras del Instituto Nacional, donde incluso han sido quemados buses del transporte público.
Mirada general sobre hechos de violencia
“A mí me parece que hay 2 o 3 elementos a la base de esta situación. En primer lugar el regreso a la pandemia donde el gobierno pasado no lo preparó en el sentido de ser un plan diferente acogedor a los estudiantes. Además lo que señalan los estudiantes en cuanto a infraestructura. Por el lado de los estudiantes en nuestras investigaciones los jóvenes consideran tanto las protestas legales como ilegales como una participación en política. Sin embargo en esta vuelta a clases lo que está ocurriendo es una participación política con mucha fuerza y se está saliendo de las manos un montón de fenómenos en nuestra sociedad. Por lo tanto estamos ante una crisis de violencia muy importante”, señala Ernesto Treviño.
¿Qué es lo que han estudiado con respecto a los estudiantes y la violencia?
“Chile a nivel mundial es una especie de ejemplo paradojal. Nosotros llevamos desde el 2006 con movimientos estudiantiles que de cierta manera han contribuido a una conciencia incluso a la nueva constitución. Esas protestan se dieron en un marco bastante disruptivo. Entonces los jóvenes empezaron a ver que la protesta era similar a votar a ser buen ciudadano. Además parece haberles dado resultados y esto es algo que está bastante asentado. Lo que tenemos que hacer los adultos es ver la participación real que considere las opiniones de los jóvenes y estudiantes. Ellos quieren que se les considere realmente, pero estamos en una situación que raya en temas de criminalidad”, indica el director de Centre UC.
“Para los europeas una protesta ilegal es una protesta donde la gente camina y sale a la calle. Comparativamente con Uruguay esta idea de tirarle piedras a los Carabineros y que estos establezcan una especie de juego con el guanaco es un tema de límites bastante corridos. A mí me parece que tenemos que hacer una agenda de reconciliación nacional para encausar nuestras diferencias y conflictos de manera sana. Tenemos que hacer un trabajo muy ordenado para reconquistar la confianza de los jóvenes tanto en la apertura de los canales como cuando existan incidentes mayores”, agrega Ernesto Treviño.
¿Hay que expulsar a los jóvenes de las escuelas? ¿Qué tienen que hacer las escuelas emblemáticas?
“Ahí hay que hacer distinciones, quemar una micro debe tener consecuencias legales independiente de lo que haga la escuela. Hay que cambiar el registro y la escuela tiene sus propios hechos. Por los hechos dentro de la escuela se tiene que tomar actos disciplinarios. Si nos fijamos hay un amplio actuar que se le atribuye a las escuelas, pero debe existir un tema que lo tomen los poderes judiciales. No le podemos dejar a las escuelas y sostenedores el peso legal del país porque no lo son”, asegura el director de Centre UC.
“Yo creo que primero en algunos casos los estudiantes deben ser juzgados por la ley. Mi duda no está con la expulsión o no, a mí lo que me parece que esas acciones tienen que llegar a la justicia. Lo que deberíamos acostumbrarnos es que los delitos pasen por la justicia y después se tomen las acciones de política pública escolar. Si cometiste un delito hay que pagar por el. Aquí hay cuestiones bien evidentes de la sociedad y los estudiantes, no todo vale en una sociedad, vivimos juntos y debemos respetarnos. Hay mucho por avanzar en términos de validarnos los unos con los otros más allá del color político y nuestras diferencias”, afirma Ernesto Treviño.
¿Dónde pondrías tú el énfasis? ¿Hay romantización de la violencia?
“Hay gente que romantiza la violencia, pero es una perspectiva más de la élite. Cuando vas a los barrios y andas en las calles es diferente. Hay actos de reconocer la violencia como algo válido de resolver las diferencias. Esto es más profundo que la romantización de la élite. La gente cree que hay que tomarse la defensa en las manos y que la violencia es una vía legítima de hacerlo. La violencia no es solo con balazos sino que en el trato cotidiano. Estamos llenos de microviolencia que son física, verbales y eso está asentado en la familia y las escuelas. El 70% usa la violencia en Chile como método educativo por lo tanto en los hogares y en la escuela no estamos bien. Necesitamos una campaña contra la violencia y por el buen trato”, concluye Ernesto Treviño, director del Centro UC para la Transformación Educativa (Centre UC).