No se detienen los actos de violencia asociados a manifestaciones de estudiantes de liceos emblemáticos, con buses quemados, infraestructura dañada, incluso personas lesionadas. Sobre la situación al interior de los colegios, las motivaciones de los estudiantes y las consecuencias de los actos violentos, conversamos en Palabras Sacan Palabras con el ex Rector del Internado Nacional Barros Arana, Gonzalo Saavedra.
Su experiencia en el INBA
«Yo todavía estoy con licencia médica, pero la verdad es que estos hechos se arrastran desde el 2016, cada año fue escalando. Yo participaba del centro de ex alumnos. El año 2016 fue la mayor toma. Después vino la escalada en que todos los días eran las molotov, amenazas a profesores y estudiantes».
Estudio
«Yo entre el año 1987 y salí en 1992. Estudié pedagogía en educación física y en 2022 entre como profesor de educación física y luego hubo un par de cambios de rectores y me nombran a cargo del internado y ahí estuve hasta el 2006 y estuve después fuera de cargos y luego el 2016 me retiro de la gestión deportiva y llego a la municipalidad de Santiago y el 2008 me mandan al INBA con un proyecto que arme, pero después con los hechos de violencia es difícil avanzar y entregarle a los jóvenes del INBA lo que van a buscar. En este último tiempo en estos hechos de violencia extrema de lo cual no se puede salir. Hay que unirse todos los actores que trabajamos en el INBA porque al sistema es al que hay que comenzar a pegarles. La vuelta que uno tiene que hacer es muy grande es una rotonda gigante. Por ejemplo: la alimentación, lograr que los cambios se produzcan hay que hablar con la municipalidad, la municipalidad hablar con Junaeb y Junaeb hablar con la empresa. Finalmente la burocracia termina perjudicando en la formación de su gente».
Explicación fenómeno de violencia
«Las causas profundas es lo mismo que le pasa a toda la sociedad chilena y que tiene que ver con este cansancio del ritmo vertiginoso donde hay que trabajar extra para suplir ciertas necesidades. No hay tiempo para conversar con los hijos e hijas. Finalmente los chiquillos lo que buscan es contención. En el INBA se trabaja con el 89% de vulnerabilidad. Los colegios ya no son los lugares donde había que ejercer el trabajo pedagógico. Hoy los colegios han mutado y hay que preocuparse de un montón de cosas. Hay un trayecto que es violento. Hoy los colegios no somos capaces de dar este espacio de acogida se transforma en violencia extrema. Hay que hacer planes a corto plazo y mediano plazo porque esto se está escapando de las manos. Hay que identificar a esta gente, tenemos sospechas, pero no tenemos a ciencia cierta quienes son».
Su vuelta al colegio
«Nombraron a una nueva rectora y yo participé en ese concurso y las autoridades informaron que yo no estaba en la terna final. Me citaron a reuniones, me suspendieron otras con autoridades de este país. Yo lo único que quiero es que le vaya bien a esta señora porque el colegio es difícil. Estuvimos trabajando con diferentes autoridades del instituto y aumentamos los estudiantes, pero con la oleada de violencia se nos fueron».
Antes de estos episodios…
«Si habían, pero no tan violentos. La violencia es contra la autoridad».
Las suspensiones de reuniones con autoridades
«La semana que quedo la escoba me contactó un parlamentario, nos habíamos reunido y de la noche a la mañana se suspende la reunión y por eso les digo hay cosas extrañas» cerró el ex rector del INBA.