Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Paula Acevedo, especialista en Convivencia Escolar de la Fundación Educacional Seminarium.
Este lunes se registró una nueva jornada de manifestaciones estudiantiles en colegios emblemáticos de la capital, lo que se ha vuelto recurrente desde el retorno a las clases presenciales. De acuerdo a Carabineros, encapuchados que salieron desde el Liceo de Aplicación, quemaron una micro en la Alameda con Cumming, En tanto, en el Instituto Nacional un amago de incendio destruyó parte de la infraestructura del recinto.
Vandalismo en el mundo escolar
“Es lamentable este vandalismo. Sin embargo, estos hechos han sido una escalada de mayor frecuencia, con mayor violencia. Pero este deterioro en la convivencia escolar viene desde hace varios años acá en Chile. Hace años en la Fundación hemos podido observar que la convivencia escolar dentro de los colegios ha sido una problemática difícil de sobrellevar, con problemas complejos, multifactoriales, relacionados con 2 aristas que la escuela no ha logrado ampliarlos a planes de acción que tengan que ver con las necesidades propias de cada establecimiento y la política pública no ha tenido el impacto que necesita la comunidad educativa”, señala Paula Acevedo.
Problemáticas de violencia
“Las problemáticas de violencia han ido en escalada hace más de una década. Y la problemática esta desde la salud mental de nuestros estudiantes y también la gestión de la convivencia al interior de los establecimientos, como también la pandemia y el estallido social que vino a agudizar esta problemática en los colegios. Dentro de las comunidades no hay mirada integral, de comunitaria de cómo enfrentar la violencia escolar. Las escuelas han tenido problemas de inclusión para abordar temas de género, la sexualidad. No se ha logrado dar respuesta a las necesidades de nuestros estudiantes y eso ha hecho escalar los hechos de violencia”, indica la especialista en Convivencia Escolar de la Fundación Educacional Seminarium.
Miradas diversas
“Hay miradas diversas en los colegios y esas miradas hay que ponerlas sobre la mesa, ser dialogantes. El diálogo tiene que estar con directivos, docentes, apoderados y estudiantes en las escuelas. Con un representatividad mucho mayor de los estudiantes. Hay que ampliar y fortalecer la participación en las escuelas. Ese es el problema”, afirma Paula Acevedo.
Sobre la quema de la micro
“Lamentablemente las coyunturas social y política han hecho invisibilizar estas demandas internas de las comunidades educativas. Por eso salen de la comunidad y se enfrentan a situaciones sociales, externas, vandalismo y hechos de violencia. Claramente no tiene nada que ver, pero tenemos que ver detalladamente lo que está pasando. La escuela está muy presionada actualmente. En un colegio hay estudiantes que llegan a sus salas de clases con docentes que a veces no están por licencias médicas. Entonces hay una escuela que no tiene chance de ejecutar planes de convivencia y ahí estas demandas salen a la calle y nos enfrentamos con hechos de violencia”, asegura la especialista en Convivencia Escolar de la Fundación Educacional Seminarium.
“El llamado es a tener una mirada esperanzadora, mirar la escuela desde su particularidad, desde sus necesidades. Sancionar la violencia y el vandalismo, pero no es la única forma de poder abordarlo. El desarrollo de habilidades socioemocionales de los estudiantes y adultos de la comunidad educativa. Esto no ha sido lo central en los últimos años y hay que desarrollarlos. Generar vínculos distintos, empoderar a estudiantes para que logren empoderarse de sus demandas, pero de una manera ciudadana, con mayor participación. Pero eso es un trabajo de largo aliento”, agrega.
Sanción interna
“Sobre la sanción interna, están dentro de los manuales de convivencia. Cuando son delitos, deben ser en la medida de la gravedad del delito. Lo vemos con estudiantes que portan armas. Eso tiene que sancionarse en la medida que se presentan las demandas respectivas. Al interior de las escuelas existen reglamentos y manuales de convivencia que son construidos por la propia comunidad. En esa construcción debe participar toda la comunidad. Las medidas formativas y de participación deben ser permanentes y sistemáticas en las escuelas. No se pueden dar solo medidas sancionatorias”, concluye la especialista en Convivencia Escolar de la Fundación Educacional Seminarium, Paula Acevedo.