Noticias para los seguidores del trabajo de Billy Sheehan, uno de los mejores bajistas del circuito del rock, que va a lanzar un nuevo disco con uno de sus primeros grupos: Talas, fundado en los 70 y disuelto en 1985, cuando Sheehan se unió a la banda de David Lee Roth.
El disco se va a llamar “1985”, sale el 23 de septiembre y hay un single adelanto, se llama “Crystal clear”, lo pueden revisar más abajo.
Recuerden tambíén que Billy Sheehan va a estar en Chile con Sons Of Apollo, el 16 de agosto en el Teatro Cariola, con entradas por Eventrid.cl.
La historia
Formados a principios de los 70 y disueltos en 1985, Talas puede que nunca hayan alcanzado el estatus de cabezas de cartel, pero fueron una parte integral de la escena del hard rock de principios de los 80, y su esperado regreso no decepciona.
«El momento era el adecuado y todos estábamos metidos en ello, nadie necesitó ser convencido, todos estábamos emocionados al instante por hacerlo», explica el bajista Billy Sheehan, al que se unen el batería Mark Miller y el potente vocalista Phil Naro, así como el nuevo fichaje Kire Najdovski a la guitarra. «Es como si no hubiéramos parado nunca: todo encajó con tanta facilidad. Fue maravilloso».
Ahora regresan con 1985, 11 temas de hard rock clásico, retomando lo que dejaron, y es un lanzamiento que tendrá a los fans de la vieja escuela salivando y a los nuevos seguidores encendidos con sus grandes riffs, coros seductores y solos asesinos – básicamente todo lo que se podría desear de un disco de Talas.
A la pregunta de por qué la gente debería estar emocionado por este regreso, Billy Sheehan responde con entusiasmo: «Porque muchos de ellos estuvieron allí, con nosotros, y con un millón de otras grandes bandas que hicieron de los 80 una experiencia musical tan especial. Y también hay tantos que quizá no estuvieron allí pero que también se han enamorado de ese espíritu. Sentimos un vínculo muy especial con todos ellos».
Canciones
Con todas las canciones menos una – «Black And Blue»- escritas en 1985, el álbum habría sido su cuarto larga duración si no se hubieran separado, y aunque han trabajado duro para sacar lo mejor de ellas no han manipulado los temas ni les han dado un giro moderno, dejándolos vivir en la época en la que fueron creados. «Queríamos una instantánea de nuestra vida musical de 1985», explica Billy Sheehan. «Es el mismo espíritu, casi la misma gente, y es traer los 80 a 2022. Los 80 fueron una época increíble para la música y las bandas, y todos estábamos emocionados por volver a eso, y yo diría que el disco es crudo, real, honesto y estimulante.»
El álbum se grabó en el salón de la casa que Miller construyó, utilizando un montaje de grabación móvil, y según Sheehan las sesiones fueron «una alegría absoluta». Coordinar todo a distancia durante la pandemia -con Russ Mackay encargándose de la ingeniería/mezcla/masterización desde Toronto- fue el aspecto más difícil de la grabación, pero se las arreglaron para sacarlo todo adelante, haciendo un disco que suena cohesionado de principio a fin, sin dar a entender que fue algo más que un proceso sin problemas.
Además de la aparición de Mitch Perry como invitado, la banda también invitó al hijo de Naro, James, a aparecer en el disco, quien «cantó algunas armonías – como padre, como hijo, sonó realmente bien». Hay esperanzas de hacer una gira del disco, aunque tristemente, después de una larga batalla contra el cáncer, Naro falleció en 2021, pero afortunadamente grabó todas sus partes antes de su muerte, y 1985 queda como un gran epitafio para un gran vocalista.
Acá el primer single:
