Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el subprefecto Cristián Bracamonte, jefe del Centro Nacional de Análisis Criminal de la PDI.
La rapidez en su forma de actuar, una baja penalidad y por sobre todo la dificultad de reconocer sus rostros al portar un casco, han hecho que los delitos cometidos por los denominados «motochorros» hayan aumentado considerablemente en el último tiempo. Una de las comunas más afectadas por este tipo de ilícitos es Providencia. Sus patrulleros reciben cada semana reciben denuncias de vecinos que son atacados por estos ladrones, muchos de ellos reincidentes. De acuerdo a un estudio de la PDI, un 60% de estos robos fue realizado por un motorista solitario. En cuanto a su caracterización, un 30% estaba vestido o portaba una mochila de aplicación de reparto. Los delitos de los «motochorros» se concentran en los días hábiles, siendo el horario de la tarde el principal, específicamente en el rango de entre las 16 y 20 horas. En cuanto a comunas, Santiago, Providencia, Ñuñoa y San Miguel, son las que concentran el 60% de estos delitos
¿Qué es el Centro Nacional de Análisis?
“Se creó el año 2015. Su objetivo es promover el conocimiento a través del análisis. Esto permite conocer el avance del delito de manera cualitativa y cuantitativa. Esto permite tomar mejores decisiones”, señala Cristián Bracamonte.
Motochorros
“Una de las características es la moto que permite una huida rápida del lugar, aprovechándose de la sorpresa y esto viene de otros lugares como Argentina. Ahora también se da el robo con violencia”, indica el subprefecto.
Concentración del delito
“Se concentra en los días de semana. Entre las 16 y 20 horas que se da con la salida de las personas de su trabajo hacia sus casas. Y se da en los sectores céntricos de la RM con alto tráfico vehicular”, afirma Cristián Bracamonte.
El proceder
“Se establecieron de dos patrones, uno es la sorpresa donde actúa el sujeto solo cuando la víctima está ocupada en otras cosas. Las patentes son pequeñas de las motos y no se logra identificar al sujeto. Y lo otro es con violencia, donde actúan de dos sujetos en lugares con alto tránsito vehicular y peatonal”, asegura el subprefecto.
Baja penalidad
“Anteriormente era cuando se aplicaba un lanzazo. Ahí no se provoca el daño a la víctima. Ahora se aprovechan las motocicletas”, acota Cristián Bracamonte.
Precauciones
“La pandemia hizo modificar muchas conductas a la ciudadanía. El aumento de la motocicleta fue de 120%. Ese fenómeno fue aumentando y en la pandemia bajo el robo de los motochorros, pero aumentó el delito con violencia. El 75% del producto atractivo que buscan los delincuentes es el celular. El 25% que sufrió el robo de su celular señaló que se usaban sus datos e información de cuentas bancarias por ejemplo y cuentas de correo. La precaución es no tener el celular a la vista. Otra de las cosas es que las personas al estar en la calle esperando algún automóvil o taxi están usando el celular”, plantea el subprefecto.
Delito nuevo
“Es importado el delito. Se ha copiado de otros países como Colombia y México. Este método no solamente se usa para robos sino que para otros actos delictuales”, añade.
“El aumento explosivo de las motocicletas se debió a la facilidad de adquirir el transporte. Y debido a eso hay muchas motos en los corrales. En otros países han modificado el uso de las motocicletas no permitiendo que transiten dos personas sobre la motocicleta, el uso del casco que sea más visible el rostro y la patente sea más grande”, concluye el subprefecto de la PADI Cristián Bracamonte.