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«Greeny»: Tres edades para una misma guitarra

Recordamos a Peter Green en la semana en que se cumplen dos años de su muerte con la historia de su Gibson Les Paul.

Greeny Gibson Les Paul
promocional

“¿Quieres que te preste mi guitarra?”, le dijo Peter Green al joven Gary Moore. “Mira, nadie lo sabe, pero voy a dejar la banda”, le agregó. Gary Moore no lo podía creer. Era el primero en saber que Green estaba por dejar Fleetwood Mac. Y ese recuerdo vino en 1995 cuando el guitarrista irlandés concedió una entrevista a la revista Guitar World.

Peter Green comenzaba un retiro del mundo por décadas. Un mal cruce con drogas experimentales y alucinógenas en el cuerpo de una persona que sufría depresión, sin saberlo, fue una mala jugada. Su estilo de vida cambió. Desapareció de sus amigos. Profundizó sus consumos. Y en un abrir y cerrar de ojos, Peter Green se transformaba en una leyenda casi mítica. Existió, pero no. Era tan bueno como Clapton, Page o Beck, pero había desaparecido por completo. Sumado a que Fleetwood Mac se reinventó desde el blues para transformarse en una de las bandas más exitosas en el mundo. Pero ya lejos de ese sonido. La primera parte de la historia del grupo, aparentemente, también había desaparecido.

Gary Moore tuvo la guitarra por unos días hasta que recibió la llamada de Green para preguntar si le había gustado. Respondió “obvio, es increíble”. Lo que vino después roza lo inverosímil, pero fue así. Peter Green sólo le dijo: “ofréceme lo que quieras y es tuya”. Gary Moore se desprendió de una Gibson SG en una tienda donde le dieron 160 libras por ella. Todo ese dinero pasó a manos de Green. Le devolvió 40 libras para luego decirle: “mira, toma 40 de vuelta, a mí me costó 120 y eso es todo lo quiero”.

A todas luces no era un tema de dinero. “Peter era muy generoso y te leía si querías algo y él te lo ofrecía, no sólo en lo material”, recordó Moore en la citada entrevista. La guitarra Gibson Les Paul de 1959, con la que se habían grabado los clásicos como ‘Albatross’, ‘Need your love so bad’ o ‘Black Magic Woman’ tenía nuevo dueño. “Cuando cerramos el trato le dije que si algún día la quería de vuelta, que contara con ello”. Peter Green nunca más preguntó.

En manos de Gary Moore

Gary Moore recién se encaminaba en su propio camino. Y era parte de la ‘Thin Lizzy’, la banda de Phill Lynott con quién se conocían cuando formaron su primer grupo llamado ‘Skid Row’ (1967-1972). Por esos años la guitarra sufrió un pequeño percance producto de un accidente automovilístico menor por parte de Gary Moore. “La llevaba en el maletero, en un case y cuando la abro estaba el brazo completamente quebrado”. La guitarra fue reparada de forma sorprendente y volvió a su vida útil. La particularidad de la guitarra es que por alguna razón sus dos cápsulas fueron montadas al revés, cuando todavía pertenecía a Green y su luthier no se percató de ello. Ese pequeño detalle le dio una sonoridad distinta que destacó en la música y los registros de Green con Fleetwood Mac. No hay nada más distinto en su manufactura en comparación con otras Gibson Les Paul.

Still got the blues y las deudas

En 1990 Gary Moore publicó su octavo y más aclamado disco como solista. Una vuelta a la raíces del blues, tributando a alguno de sus héroes, aún en vida, como B.B. King o Albert King en el enorme álbum ‘Still got the blues’. El éxito del disco se cimento, principalmente, por su segundo sencillo; la balada rock/blues del mismo nombre del álbum y que sería la única que entraría entre los 100 mejores del Billboard de toda su carrera. En su portada se ve a un niño en su pieza, aprendiendo a hacer otra guitarra Gibson Les Paul, rodeado de sus influencias en vinilo y Hendrix en la muralla. En la contraportada de la placa se lo ve a Moore actualizado, en la misma escena pero ahora; en un cuarto de hotel, lleno de compact disc, sentado sobre la cama con su Gibson Les Paul, ya bautizada como Greeny.

La carrera de Gary Moore se mantuvo sin volver a cosechar el mismo éxito, más allá que el mismo lo situó, finalmente, entre los grandes héroes de la guitarra y reconocido por sus pares y la crítica. En 1995 publicó el disco llamado ‘Blues for Greeny’, una abierta dedicatoria a su maestro y que tuvo buena crítica, cerrando el círculo con Peter Green. Para el 2006 Gary Moore se desprendió de su querida ‘Greeny’ por la suma de 750 mil dólares, luego de la cancelación de algunas fechas y deudas que acumulaba. En febrero de 2011, Moore pasaba sus vacaciones en España cuando fue hallado muerto en su habitación producto de un ataque al corazón. Tenía sólo 58 años.

Greeny a Metallica

En 2014 la noticia se esparció por todo el mundo. Kirk Hammett, guitarrista de Metallica era el nuevo dueño de la legendaria Gibson Les Paul 1959. El precio pagado distaba bastante de los cerca de 300 dólares que pagó y recibió Green por ella. Se supo que Hammett desembolsó un poco menos de 2 millones de dólares (se dice que mucho menos que eso también) a un dealer de guitarras, amigo de éste y que llegó hasta su habitación en un hotel en Londres, mientras Metallica realizaba algunas presentaciones en la isla.

“No me traigas nada de 2 millones por favor, es una locura” le dijo Kirk a su amigo. “No te preocupes, es bastante menos”. Hammett reconoce que la probó en un viejo amplificador VOX y el encanto fue al primer sonido. Kirk grabó con ella el disco ‘Hardwire… to self destruct’ (2016). Y se ha transformado en una de sus guitarras en los shows en vivo. Resaltando el legado de ese pedazo de madera.

En febrero de este año Kirk Hammett fue invitado a un tributo realizado por Mick Fleetwood para homenajear toda la primera etapa de Fleetwood Mac, la etapa de Peter Green. ‘Greeny’ fue la gran invitada de la noche, todos los músicos se fotografiaron con ella tras bastidores y Hammett salió al escenario para hacer una versión del clásico ‘The Green Manilisshi’, en compañía de Billy Gibons de ZZ Top. Esa noche del 6 de febrero de 2020,  cincuenta y tres años después del debut de la banda, ‘Greeny’ volvió a sonar sobre el escenario y con la música de Fleetwood Mac a tope.

Peter Green se ha ido, el mismo camino que ya había tomado Gary Moore y ahora el santo grial sigue en manos de Kirk, todos y cada uno, leyendas y referentes de la guitarra en sus respectivos géneros. Pasan los años, pasan los guitarristas y ahí está esa maquinita de 1959, cada año mejor que el anterior y también, un poco más cara que el año anterior.


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