Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Francisco Cox, abogado penalista experto en Derechos Humanos.
El Gobierno reconoció inercia del Estado con respecto al combate del crimen organizado, materia de debate y de soluciones efectivas, considerando la presencia en Chile de la banda venezolana denominada Tren de Aragua. La fiscalía ha dado cuenta de colapso, gendarmes piden reubicar a los miembros de esta banda en prisión preventiva, y autoridades de la zona norte temen que los tentáculos de esta agrupación se sigan expandiendo y sigan generando temor entre los habitantes de la zona.
En su experiencia profesional, ¿es difícil enfrentar el crimen organizado?
“Es sumamente complejo porque son verdaderas estructuras trasnacionales. Los tentáculos son sumamente difíciles de articular. El estado tiene que encarcelar a estar personas, pero es una paradoja porque el Tren de Aragua nace en la cárcel de Venezuela. Es crítico mantener la vigilancia a estos grupos. Una medida efectiva es la intervención telefónica, pero se han ido modernizando y comienzan a relacionarse con códigos. Hay que tener pactos para colaborar con estos criminales que, tienen que tener una unidad de protección de testigos”, señala Francisco Cox.
Francisco, ¿te has podido formar una opinión del sistema nacional de justicia y como enfrenta el crimen organizado?
“Siempre hago la advertencia que uno no está adentro de las instituciones y no sabe cómo se trabaja, pero lo que me llama la atención es que la gran mayoría de estas organizaciones tienen algún funcionario del estado que le colabora, relaciones con algún policía o con la fiscalía. Hay que tener mucho cuidado porque los organismos municipales o públicos caen en el crimen organizado. Es muy extraño que estas bandas actúen sin antes haber corrompido este sistema público”, indica el abogado penalista.
“Otra cosa que me llama la atención es la ausencia de la máxima autoridad del ministerio público. Es algo que requiere una mirada distinta. Verificar patrones de conducta y donde está el área de influencia. Lo que buscan estas bandas es control de territorios. El tren de Aragua tiene una fundación en Venezuela que da ayuda social y se ‘abuenan’ con la sociedad”, apunta Francisco Cox.
Si podemos ver que estos grupos ingresan o ya están operando en el país ¿Hay un cierto contagio hacia otras bandas que no cometían estos delitos?
“Mira la experiencia mexicana es que hasta que no aparecieron los Zetas el narcotráfico tenía divido el mercado. Los Zetas era ex fuerzas armadas guatemalteca y mexicanas que comienza a utilizar estrategias subversivas para generar terror en la población. En este sentido, los otros carteles para no perder su plaza se suman a estas prácticas violentas. Sin duda que se produce un efecto de imitación y escalada de violencia”, afirma el abogado penalista
Es muy difícil erradicarlos ¿Qué es lo más óptimo que pueda hacer la autoridad?
“Yo creo que la prioridad y las autoridades en términos de lenguaje están en la línea correcta, que es recuperar el control territorial. Esto se produce con sanciones penales y recuperación del espacio público. La otra parte es que el sentido de todo esto, es obtener dinero y entonces se tiene que fortalecer el análisis financiero de estos grupos. En este sentido, los bancos tienen que proveer información a las autoridades pública y si es necesario incorporar inteligencia artificial para trazar la ruta de este dinero”, asegura.
¿Qué pasa con las policías? En el aspecto de la inteligencia…
“Mi experiencia es por lo trabajos que hice fuera, y lo que yo he visto que la unidad del cibercrimen nacional, se ha sofisticado y se hace mucho análisis de red. Esto para ver quiénes son los vínculos. Yo creo por lo que he visto es que hay capacidad instalada y se podría hacer este nivel de trabajos y me satisface que ahora último estamos conociendo a los líderes y cómo funcionan estos grupos, a diferencia de antes que no había información”, concluye el abogado penalista Francisco Cox.