Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el investigador del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la UDP, Germán Campos.
En Ecuador ya hay un detenido que admitió estar involucrado en la explosión que dejó 5 muertos y al menos 17 heridos en Guayaquil, un hecho catalogado como un ataque terrorista por el presidente Guillermo Lasso. De esto, y del giro a la izquierda que ha experimentado en los últimos años Sudamérica, sus orígenes, su presente y sus consecuencias estaremos profundizando con Germán Campos.
¿Qué está pasando en Ecuador, sobre la dinámica del narcotráfico y el crimen organizado?
“Cabe aclarar que el efecto que tienen estos eventos violentos es un fenómeno que no solo se puede encapsular en ecuador. En Colombia también y México igual, y esto ocurre por la falta de políticas mucho más estrictas y en las rutas de esta droga la política está al debe, y pasa tanto en países de izquierda como de derecha. Falta mayor presencia del estado en zonas grises”, señala Germán Campos.
Con respecto a este giro a la izquierda, ¿usted lo ve como un giro de características distintas? ¿Hay una nueva izquierda y si hay una nueva agenda?
“Hay muchos matices dentro de las izquierdas actuales y también dentro de la marea rosa. Matices con respecto a la postura frente al neoliberalismo, encontramos posturas más radicales en Venezuela, Bolivia, pero quiero recordar el contexto favorable de estos gobiernos que permitió mantenerlos en el poder. La izquierda de ahora yo la llamaría mucho más pragmática o progresista y sabe que en algún momento puede volver a perder el poder, entonces negocia y hace coaliciones, por esto, si hay diferencias importantes, sobre todo en la agenda que ahora se tiene. Esto es un tema que debe irse desplazando. Encontramos quizás lo más relevante es que no existe un proyecto de izquierda homogéneo, hay matices”, indica el investigador.
¿Qué define esta izquierda pragmática o progresista?
“Se instalan ciertas demandas sociales, pro ambientales y pro derechos humanos. Esto no estaba en los proyectos políticos anteriores, no era una necesidad. Había por encima otras discusiones, pero esto es relevante ahora -¿Por qué se ha llegado a esto?- es que los partidos tradicionales no están cumpliendo con la representatividad. También va ligado a la desconexión de las elites con la ciudadanía que generó la desazón con el estallido social como fenómeno a nivel de América latina. También hay una reivindicación de estos grupos que no se sentían representados”, afirma Germán Campos.
Hay algo que es bien curioso, si bien toda la marea rosa hizo una promesa democrática que se terminó formando en corrupción…
“La política latinoamericana tiene que ser pendular, hay que ver una alternancia de los grupos de poder. Por un lado, puede ser que estemos en esta situación pendular de pasar de izquierda a derecha, pero independiente quien esté en el poder tiene que hacer bien la pega. Ahora lo que pasa con Lula en Brasil, es que sigue siendo importante y la corrupción afectó más al partido de la gente. Lula viene con un proyecto mucho más ambicioso pero a la vez, por las condiciones de la región tiene que ser más moderado. Estas izquierdas más progresistas intentan ser más responsables”, asegura el investigador.
Tampoco podemos negar que ya hay un tema totalmente destapado. ¿Qué pasa con el narcotráfico? Porque tiene Estados paralelos…
“Eso es un desafío que está pendiente hace décadas y tanto gobierno como de izquierda y derecha lo han sufrido. Mientras no estemos a la altura de responder. Ahora se está evidenciando mucho más el ingreso de estos grupos en Chile. Es un tema que sí o sí debe estar en la agenda y el discurso de Gustavo Petro hace días atrás instó a varios gobiernos de América latina para hacerse cargo. Pone en cuestionamiento la legitimidad de un estado porque no se llega con suficiente poder para poder abordar estas demandas”, plantea Germán Campos.
Esta izquierda latinoamericana, pese a lo que dices tú, son bien refundacionales, es difícil mantener políticas de estado. ¿Cómo avanzamos en esta dinámica entonces?
“Tiene razón, pero pasa más en algunos estados que en otros, es un poco más consistente. Chile es más consistente que otros países de América latina, son los personalismos y cada mandatario va a llegar a poner su sello de distinción para la historia. Cada político trata de dejar su legado. Así como hay degrades y matices también lo son este tipo de políticas en el tiempo. Ahora bien, tiene que ver con la desazón de la ciudadanía con respecto a las elites. El desencanto de los ciudadanos”, asevera el investigador.
¿Crees que podamos ver una nueva ola de protestas a raíz de la inflación, por ejemplo?
“Yo pienso que la posibilidad está abierta y pese a que se hagan las reformas correspondientes. Hoy todavía ciertos grupos se siguen manifestando, pero hay ciertos fenómenos que espero no se vayan manifestando. Pero se va a parar esta llave de subsidiaciones y es muy probable que esto ocurra si no se corrigen ciertas políticas. Es una amenaza latente de nuevas olas de protestas”, concluye Germán Campos.