Hoy se cumplen cien años de la primera transmisión radial en Chile y para rememorar este suceso, conversamos en Palabras Sacan Palabras con los históricos: Pablo Aguilera y Miguel Davagnino.
Pablo Aguilera: «Es un agrado compartir con Miguel porque nos han entrevistado de todas partes. Somos casi los creadores, pero no lo somos, pero estuvimos cerca».
Cuéntanos: ¿Cómo partieron en la radio, la experiencia?
Miguel Davagnino: «Yo tengo un inicio que no tienen que ver con la locución, pero si con la radio, era publicista de la radio corporación por ahí por el 56, la emisora del Banco Estado en la calle Morandé. Yo transcribía textos de publicidad para que los locutores leyeran en vivo. Estaba ahí Enrique Valladares, un cantante que me enseñó a poner buena voz y hacer los énfasis necesario y mi primera expresión fue en Cruz del Sur, una radio chica en la calle Nataniel. partí con León Canales. Hablábamos de jazz, música y teatro».
Pablo Aguilera: «Lo mío fue de casualidad la verdad, nunca pensé ser locutor ni mucho menos, yo vivía en Concepción estudiando en la casa de una tía y un pololo de una hija de mi tía era radio técnico y un día llevo una grabadora que estaba arreglando. Y con la curiosidad empezamos a grabar para probar si quedo buena o no, y cuando vamos escuchando las voces, escucharon mi voz y decían que parecía locutor».
Continuó diciendo: «Después se hizo un concurso en la radio Simón Bolívar donde yo me presenté en sexto de humanidades. Quedé entre los cien primeros. Éramos todos aficionados y después en otra selección quedé entre los 10 y se puso peligroso, porque yo tenía que estudiar. Cuando llegué a la Universidad de Concepción me matriculé en derecho y ahí comencé a trabajar en radio, pero yo siempre lo tomé como un pituto, pero me agarró el bichito. No terminé la carrera de derecho, me metí a un banco y seguí con la radio».
¿Por qué la radio es el medio más confiable?
Miguel Davagnino: «Porque la radio tiene características fundamentales, hay instantaneidad y comunicación horizontal. Es absolutamente interactiva. Existe una relación que ningún otro medio tiene en ese sentido, pero además la confiabilidad tiene que ver con la historia del país. En el golpe de estado gracias a la radio nosotros pudimos acceder a la obra de oratoria del presidente Salvador Allende. La radio no solo transmite eso, sino que lo graba y la historia lo atesora en este momento».
Siguió señalando: «Este es un ejemplo y es un crecimiento que hemos tenido todos con respecto a la radio. Es un medio de servicios. Yo me fui a Valparaíso donde viví el terremoto de 1960. En ese instante las ondas medias permitían establecer vínculos con la zona terremoteada, los colegas de la radio Camilo Henríquez levantaron una antena y su estudio fue una carpa bajo la lluvia. Ellos se comunicaron con la radio Portales y esto les permitió a los porteños establecer vínculos y saber de sus familias. Una colega en la ADN nos contaba de otra situación dramática cuando vino un relave en el norte, que gracias a la radio se pudo rescatar a un grupo de personas. Hay una relación de cariño y confiabilidad porque se cree que la radio dice la verdad».
Pablo Aguilera: «Miguel tiene toda la razón, yo técnicamente vivía terremotos en radio Pudahuel y la radio tuvo esta instantaneidad. Si se corta la luz siempre hay una radio a pila, y esto nos ha mantenido fuertes y vigentes. Hay una programación que se debe al criterio de las personas. Tu te das cuenta que la música que escuchan es bien variada, porque la música es música en general. Yo presentaba a The Beatles y de repente apareció Victor Jara y nos traía «El Cigarrito» que recién había hecho. Y nunca existió drama en mezclar Beatles con Víctor Jara» señaló en La Radio del Rock.