La batalla legal de tres años por la portada del álbum «Nevermind» de Nirvana terminó efectivamente. Su cuarta presentación judicial ha sido desestimada.
Spencer Elden, que aparece en la portada como un bebé, intentó demandar a la banda, al fotógrafo Kirk Weddle y a varios sellos discográficos. Acusándolos de «pornografía infantil» por aparecer desnudo en la imagen. Su demanda se rechazó previamente en enero, y el procedimiento le ofreció una última oportunidad para volver a presentar una solicitud.
Pero el juez de la corte federal de distrito, Fernando Olguín, emitió un fallo de ocho páginas. Rechazando el intento de Spencer de presentar su demanda por cuarta vez. El juez dictó que el caso estaba sujeto a un plazo de prescripción de 10 años, que había vencido. Por lo que “el tribunal concluye que su reclamo es extemporáneo”.
«Debido a que el demandante tuvo la oportunidad de abordar las deficiencias en su demanda con respecto al estatuto de limitaciones, el tribunal cree que sería inútil brindarle al demandante una cuarta oportunidad para presentar una demanda con este resultado», agregó.
Un representante legal de Nirvana dijo a Reuters: “Nos complace que este caso sin mérito haya llegado a una conclusión final rápida”. Sin embargo, la abogada de Elden, Margaret Mabie, le dijo a Rolling Stone que tenía la intención de apelar. “La interpretación de este fallo… contraviene más de 15 años de precedentes bien establecidos. Yel propósito previsto de la ley por parte de la legislatura”, dijo. “La portada de ‘Nevermind’ se creó en un momento en que Spencer era un bebé y es imposible que él supere esta victimización con la edad mientras su imagen permanece en distribución”.
Un abogado defensor penal le había dicho previamente a Rolling Stone que se creía que el caso se desestimaría, diciendo que para que la imagen fuera declarada «pornografía», «tiene que atraer el interés lascivo del espectador». Lo que va a estar en cuestión aquí es si la portada de este álbum incita el interés lujurioso, la estimulación sexual o la gratificación del espectador. Y creo que está bastante claro que ese no es el propósito”.