Comenzó la segunda semana de Rock In Rio 2022 con el regreso del rock and roll a los escenarios del megaevento. La jornada del jueves 8 de septiembre estuvo encabezada por Guns N’ Roses. Pero además tuvo una sorpresa que se robó gran parte del protagonismo del día. Los italianos Måneskin, que la descosieron con su presentación. El equipo de Radio Futuro que se constituyó en el festival brasileño tenía los ojos especialmente puestos en estos dos nombres, con la perspectiva de que pronto estarán en Chile: Måneskin el 14 de septiembre y Guns N’ Roses el 5 de octubre, por lo tanto queríamos ver en qué pie llegan estas dos entidades.
El día, eso sí, como siempre, tuvo diferentes actividades distribuidas en los ocho escenarios, con fuerte presencia de artistas locales. En lo que concierne al escenario principal del Parque Olímpico, la Ciudad del Rock, la acción comenzó con los locales CPM 22, dedicados al punk y al hardcore, al estilo de Bad Religion y nuestros BBS Paranoicos, por hacer un paralelo con el que estemos familiarizados. Aunque en Chile no son muy masivos, acá son un clásico y la gente se las cantó todas.
Luego vino el turno de The Offspring, que armó una fiesta con sus éxitos de los 90 en adelante. Echando mano de hits como “Come out and play”, “Want you bad”, “Why don’t you get a job”, “Pretty fly (for a white guy)”, “The kids aren’t alright”, “You’re gonna go far, kid” y “Self esteem”. Problemas de hits no tienen, y sonaron como cañón. No pasan por Chile en esta ocasión, lo que hubiera sido simbólico para cerrar un círculo, porque habían sido la última banda internacional grande en presentarse en Santiago antes de que se prohibieran todos los shows por la pandemia. Para la otra será.
Måneskin, la gran revelación
Ya bien entrada la noche se tomó el escenario Måneskin. La banda italiana venía con la reputación de ser un fenómeno global. Furor entre las nuevas generaciones. Así que teníamos que ver de qué están hechos. Y son absolutamente de verdad. Una tremenda banda con un aplomo y un dominio del espectáculo total. Se saben rockstars y juegan a su personaje con todo lo que hay que poner. Look andrógino, harto cuero, mallas, cadenas, harta piel, sudor. Los rodea una impronta muy sexy y en todo momento hay una pulsión sexual que subyace a toda la propuesta, es parte de su juego provocador. En todo caso no es nada censurable, no hacen ninguna performance que vaya a ofender a alguien o que no puedan ver los niños. El grupo se dedica simplemente a tocar música, una canción tras otra, eso es.
Y vaya que lo hacen bien. Un sonido muy orgánico y un estilo de ritmo contagioso e hipnotizante es el hilo conductor por el que van pasando sus canciones conocidas como “Beggin’”, “Mammamia”, “Supermodel” y “I wanna be your slave”. Y los otros covers que condimentan el set. “I wanna be your dog” (The Stooges), “Womanizer” (Britney Spears) y de manera especial, una versión de “Love of my life” de Queen recordando que el grupo británico fue parte del primer Rock In Rio en 1985.
Después se tiraron al público, rompieron micrófonos, subieron fans al escenario, se salieron de protocolo todo lo que pudieron. Fueron los más rock en ese sentido, un grupo que rompe moldes como se hacía antes cuando este estilo todavía era rebeldía pura. Måneskin está trayendo de vuelta esa adrenalina, ese “peligro”. Ese desorden, provocación, chasconeo y la actitud de que no les importa nada. Que la vida es hoy y el momento es ahora. Y da gusto que lo hagan una banda joven, fresca y despreocupada. Si este va a ser el futuro del rock, todo bien. Les ponemos fichas y es de esperar que sigan subiendo. No se los pierdan en Santiago.
Guns N’ Roses y un cierre épico
Con la vara alta y el ánimo por las nubes que dejó Måneskin. Mientras en otro de los escenarios grandes triunfaba la cantante pop Jessie J. Cuando ya el reloj pasaba la medianoche, fue el turno del número principal de la jornada. Guns n’ Roses, la banda que vendió los tickets y llenó de poleras el recinto. La cita en Rio era uno de los puntos altos del recorrido que están haciendo por Brasil este mes, antes de seguir por otros países de Latinoamérica (incluido Chile).
Y lo hicieron con su maratónica descarga de éxitos. Un set que tiene como columna vertebral los hits de “Appetite for destruction” y “Use your illusion”. Pero que también incluye cosas de “Chinese democracy” y de su reciente EP 2022 “Hard skool”, que sería la gran novedad respecto de la gira de reunión que hicieron hace cinco años y que pasó dos veces por Chile en su momento.
En cuanto a desempeño, no es ningún secreto que Axl Rose hace rato se despidió de la voz de sus años mozos y se mantiene en el escenario más que nada por las ganas y su carisma. Lo errático de la performance vocal aún es tema para los más exigentes, pero para un grueso sector del público es un detalle que se subsana con lo que significa ver en escena clásicos inagotables como “Sweet child o’ mine”, “Welcome to the jungle” o “November rain”.
En lo que sí hay consenso es en que Slash es el que se echa el equipo al hombro. Y sostiene musicalmente lo que son las presentaciones actuales de Guns n’ Roses. Su talento y su impronta parecen no saber del paso de los años y junto a su colega guitarrista Richard Fortus, además de Duff McKagan en el bajo, hacen que las cuerdas sean el gran fuerte de esta versión actual del grupo.
Después de dos horas con 45 minutos y la presentación de 24 canciones, “Paradise city” fue la que apagó la luz y cerró el show y el día en Rock In Rio. Ahora siguen dando vueltas por Brasil durante todo septiembre y en Chile la cita es el 5 de octubre en el Estadio Nacional, todo agotado. Más allá de ciertos aspectos técnicos que quedan para la discusión, de que se pasa bien en el show, se pasa bien. Y hits para cantar y moverse hay de sobra, por lo tanto los que ya están asegurados para asistir en Santiago vayan juntando ganas.