Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con la escritora y gestora cultural mexicana, Julen Ladrón de Guevara.
Todos preparándonos para Halloween acá en Chile, pero entre el 1 y el 2 de noviembre los mexicanos realizan una serie de rituales que tienen su máxima representación en la ofrenda de Día de Muertos: altares llenos de colores, sabores y olores que se colocan cada año no solo en la intimidad de los hogares sino también en las oficinas, los hospitales y las plazas públicas del país para honrar la memoria de los que ya no están y recibir sus almas, aunque sea solo por una noche, en el mundo de los vivos. Se trata de una fiesta, una celebración a la muerte que toma como punto de partida las raíces indígenas de las culturas autóctonas de Mesoamérica, según los historiadores, para fusionarse con las creencias católicas y dar lugar a una festividad que sigue evolucionando con el paso del tiempo.
Estamos muy ligados a un Halloween gringo, pero cuéntanos de que trata el suyo…
“Es una fiesta muy importante, es una de las más importantes del año, algunos preferimos el día de muertos antes que Navidad, lo tomamos como una convivencia entre nosotros e ir a comprar estas flores amarillas y aromáticas y así los muertos vienen al altar. Le pones al muerto la comida que le gustaba. Para la gente que no está habituada puede sonar bastante tétrico. En los mercados públicos puedes tener papel picado de colores brillantes, con cincel y piedra y lo vas cincelando y haciendo figuras y pones la catrina, la calavera grande, esta viene desde antes de la revolución. De ahí es donde viene esta figura. Esta tradición no se celebra en todo México, pero sí en gran parte del país. Se hizo una película haciendo alusión al día de los muertos, Coco”, señala Julen Ladrón de Guevara.
¿Qué significa todo esto que hacen? ¿La gente va a los cementerios?
“Es invitar a nuestros muertos a comer, más que algo ritual o mística es como una fiesta. Estamos conscientes de que ellos no vendrán, pero es necesario recordarlos. En las ciudades va cambiando la manera de celebrarlo y hay distintos rituales. No es burlarse de la muerte, sino convivir con ellas. No tenemos problemas para llenar la casa con calaveras. Hay una tradición llamada calaveritas donde haces distintos poemas. Vas haciendo una historia a cada uno de tus amigos. En el centro de la ciudad hay un conjunto de ofrendas, o concurso de grafitis, de catrinas. México es el país donde hay que estar a esta altura del año”, indica la gestora cultural mexicana.
Háblanos un poco de la comida y lo culinario…
“El tema gastronómico está ligado a la muerte. Preparar los platillos favoritos de los muertos. Está la calabaza, pero lo principal del día de muertos es el pan”, concluye Julen Ladrón de Guevara.