Este viernes 21 de octubre se dará uno de los fenómenos astronómicos que más se esperan en el año. El momento se trata de la lluvia de estrellas que provienen del cometa Halley. Este evento ocurre todos los años, donde las personas podrán seguirlo en el momento que suceda.
¿Cómo y dónde ver la lluvia de estrellas del cometa Halley?
Este viernes 21 de octubre es cuando se verá más claro la lluvia de estrellas de las Oriónidas, y se podrá observar en cualquier parte del país.
No obstante, se recomienda ver este fenómeno astronómico en un lugar oscuro, lejos de fuentes de luz brillante.
¿Cómo dirigir la mirada?
Esta lluvia de estrellas proviene de la Constelación de Orión, y para verla hay que enfocarse en el sector de la estrella Betelgeuse, el «hombro del cazador». En el Hemisferio Sur vemos Orión al revés, por lo que debemos buscarla más hacia el horizonte, por debajo de las «Tres Marías».
¿Cuál es su relación con el cometa Halley?
Las Oriónidas son fragmentos que deja caer el cometa Halley. Cuando entran en contacto con la atmósfera terrestre, se calcinan por la fricción con el aire y crean las estelas luminosas que conocemos como estrellas fugaces. Cabe destacar que el Halley es uno de los cometas más conocidos. Y que se pudo ver en la Tierra por última vez en 1986, y no será visto nuevamente hasta el 2061.
Primera imagen de las lunas de Júpiter
La Agencia Espacial de Estados Unidos, NASA, compartió la primera imagen tomada por la sonda Juno mientras sobrevolaba Europa, una de las lunas de Júpiter. Europa es la sexta luna más grande del sistema solar, un poco más pequeña que la luna de la Tierra.
En la imagen se puede ver la superficie del satélite, revela las características de la superficie en una región cercana al ecuador de la luna, llamada Annwn Regio, fue obtenida durante la aproximación más cercana de la nave, el jueves 29 de septiembre.
Se trata del tercer paso cercano de la historia de menos de 500 kilómetros de altitud y la mirada más cercana que una nave espacial ha proporcionado a Europa desde el 3 de enero de 2000, cuando la nave Galileo de la NASA se acercó a 351 kilómetros de la superficie, según reportó ADN.