Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Raúl Sánchez, psiquiatra especialista en trastornos del ánimo y director del Centro Clínico del Ánimo y la Ansiedad.
El reciente estudio realizado por Ipsos, reveló que un 62% de los chilenos considera que la salud mental es el mayor problema sanitario del país, superando ampliamente el promedio global, que es de 36%. Esto genera gran preocupación respecto del diagnóstico real de la salud mental en nuestro país, donde, por lo demás, existe gran desconocimiento y mitos en torno al tema. A esto se suma el estudio de Termómetro de Salud Mental ACHS-UC, que muestra que una de cada cinco personas en Chile tiene síntomas o sufre una patología de este tipo, siendo los trastornos prevalentes de la población adulta chilena, mayoritariamente, ansiedad y depresión.
¿Qué consideramos como salud mental?
“Es importante distinguir que tener estado de malestar o tristeza, dentro de la vida es normal. Todos los seres humanos tenemos buenos o malos días. Es normal, pero tenemos que saber pasar esos malestares pasajeros, eso es distinto a los trastornos que son mayores”, señala Raúl Sánchez.
Cuando hablan de la situación actual, ¿cómo lo ven?
“Chile tiene malos síntomas de salud mental en los trastornos depresivos. Muchos chilenos han sufrido depresión y el acceso que tenemos a la salud mental aquí en el país es realmente bajo. Tenemos niveles de salud mental más bajos que otros países. Nuestra inversión en salud mental ha sido bajísima”, indica el psiquiatra especialista en trastornos del ánimo.
La pandemia nos impactó con la salud mental. ¿Son los niños, adultos o adultos mayores los que lo han sufrido? ¿Cómo lo manejamos en la casa?
“Cuando surge la amenaza del COVID, claramente funcionamos en un modelo muy de guerra. Toda la salud mental fue postergada, probablemente la experiencia de las personas fue muy dura. Primero había que salvarse del virus, pero el fenómeno pospandemia es de lo que hay que preocuparse. Un fenómeno fue que mucha gente no había sido atendida correctamente y las personas que vivieron situaciones traumáticas. Los niños y niñas cambiaron su hábito normal, el socializar fue postergado, por lo tanto, hay un costo. Hay estudiantes que la vuelta a clases se les ha hecho muy dura”, asegura Raúl Sánchez.
¿Las estaciones del año influyen en algo?
“Lo relevante es que los cambios estacionales en cerca de un 14% de la población mundial produce cambios significativos en el ánimo. Un 3% tiene trastornos depresivos con el cambio estacional hacía la primavera. El brillo de la luz en algunas personas produce impactos potentes en la hormona del sueño. Por razones biológicas hay una población que tiene estos cambios. Existe una variación en la tasa de suicidios en ciertas estaciones del año. La gran mayoría están asociados a una patología de salud mental, se podría prevenir, pero llegamos en sentido tarde. Estas conductas hay que manejar de manera cuidadosa y hay que tener cautela porque suicidios muchas veces producen suicidios. Por cada un suicidio que existen hay 20 intentos”, afirma el psiquiatra especialista en trastornos del ánimo.
A raíz de lo que sucedió en el Costanera Center por los suicidios que hemos visto, ¿qué está pasando? ¿Significa algo?
“No es un tema que podamos hablar de manera fácil. Habría que saber las cifras e investigarlos. Hay muchos suicidios que son anónimos, nadie sabe qué ocurrieron, pero dependiendo el contexto son más mediáticos. Se comenzó a entender que había suicidios sobretodo de personas que hayan sido de cierta connotación pública que provocaban un aumento de las tasas de suicidio. Todo eso induce las tasas. Lo que sea tener medidas de resguardo es importante hacerlo. Todo lo que sea colocar barreras ayudará a estas personas”, concluye Raúl Sánchez.