Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el Dr. Álvaro Contreras, diabetólogo de Clínica Universidad de los Andes.
Hoy se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, enfermedad que es la otra pandemia que tenemos y la mitad de las personas no sabe que la tiene. Se manifiesta de manera silenciosa, pero sus consecuencias podrían ser enormes: complicaciones a la vista, riñones, nervios, a la salud cardiovascular, entre muchas otras. Según la última Encuesta Nacional de Salud, la diabetes afecta a un 12,3% de los chilenos (cerca de 2,2 millones de personas). De este número, un 90% padece el Diabetes Tipo 2, que a diferencia de la Tipo 1, sí se puede prevenir y retrasar su aparición. Además, el 80% de los pacientes se atiende en el sistema de salud público, donde están las mayores complicaciones, ya que no cuenta con nuevas terapias y su costo en farmacias es muy elevado.
¿Es la “otra” pandemia? ¿La gente no sabe que tiene diabetes?
¡Si, la diabetes tipo 2 puede tener un periodo de varios años de aparición sin síntomas. Eso hace que la gente no sepa que la tiene y está expuesta a la enfermedad. Uno ve a los pacientes cuando les diagnostican y no saben que tienen la enfermedad, señala el doctor Álvaro Contreras.
¿Cómo se puede estar atento si uno tiene diabetes hereditaria? ¿Qué pasa con los niños?
“Es difícil, el principal error que comete la gente es esperar tener síntomas para buscar ayuda médica. Puede estar muchos años sin dar síntomas. La carga familiar, aumenta el riesgo de que en el caso de que uno presente la enfermedad y el exceso de peso vaya generando un deterioro en la regulación de la glucemia y se puede desarrollar la diabetes de tipo 2. Hay que hacerse diagnósticos básicos de chequeos porque o si no después es muy tarde”, indica el diabetólogo.
¿La herencia afecta estando o no con sobrepeso?
“No, se requieren otros factores, como la obesidad, pero no es un factor que pueda llegar a afectar”, afirma el doctor Álvaro Contreras.
¿Cuál es la diferencia entre la 1 y 2?
“Comparten el mismo efecto, subir el azúcar en la sangre y ahí producen daño a las células. La tipo 1 es menos frecuente, la mayoría de las veces es auto inhume. El organismo se daña así mismo y hay que tratarlos por el déficit de insulina. Y los de tipo 2 dañan la producción de insulina, la mayoría por el efecto del peso. La gran diferencia es que estos tienen la posibilidad de responder a fármacos y no usar insulinas”, afirma el diabetólogo.
La obesidad infantil ¿Hay más casos?
“Sí, es un problema muy grave, sobre todo occidental. Todavía en Chile, sigue siendo una enfermedad rara la diabetes tipo 2 en la población infantil, sin embargo, si vemos la tendencia de otros países en años un poco atrasado en cuanto al desarrollo vemos que va en aumento. En Estados Unidos se ha incrementado de manera muy relevante y probablemente nosotros sigamos por ahí”, asevera Álvaro Contreras.
¿Cuáles son las consecuencias de la diabetes tipo 2?
“Las consecuencias dependen del tipo de diabetes. Si hablamos en general, están ligada al exceso de glucosa, esto es daño a las células y se producirá un daño irreparable, pero en algunos órganos son muy notorias y afecta la calidad de vida. Daños neurológicos, está todo lo que está ligado al exceso de peso que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovasculares. Del corazón pero también cerebrovasculares. Son como los grandes de complicaciones”, plantea el diabetólogo.
¿Pareciera que la obesidad es el gran factor?
“Si, de todas maneras, no hay otra relación con el aumento de la tasa de obesidad en nuestra población. Hay que atacar el estilo de vida”, puntualiza.
¿Qué pasa con los tratamientos?
“A nivel salud pública tenemos muchas deficiencias. Los tratamientos de diabetes tipo 2 principalmente se han modernizado mucho en cuanto a fármacos o tecnología. Hay un avance gigante en los últimos 15 o 20 años, estos avances tienen mucho desarrollo tecnológico que va ligada con un costo no menor. La salud pública ha tenido un avance muy lento, hace poco era nulo, el último año se ha incorporado algunas cosas pero sigue siendo muy poco. Estamos 20 años atrasado en cuanto a los fármacos que da la salud primaria. Hay que mejorar la calidad de acceso a nuestros pacientes”, concluye Álvaro Contreras, diabetólogo de Clínica Universidad de los Andes.