En el partido de Irán contra Inglaterra ocurrió algo curioso: El equipo de Medio Oriente se resistió a cantar su propio himno.
Es que el grupo decidió manifestarse en contra del himno nacional en señal de protesta por la situación de represión que se vive en el país y el reciente asesinato de Mahsa Amini.
Los jugadores de la Selección de Irán se han negado a cantar el himno nacional de la República Islámica como protesta contra el régimen que está discriminando, ejecutando y reprimiendo a las mujeres iranís.
TREMENDO. pic.twitter.com/2fzscE7xCZ
— Albert Ortega (@AlbertOrtegaES1) November 21, 2022
La letra del himno que rechazaron cantar, el cuál cambió tras la revolución de 1979, es esencialmente religiosa y política (vía Infobae):
Sobre el horizonte se levanta el Sol, amor de Oriente,
la luz en los ojos de quienes creen en Dios, la Verdad y la Justicia
Bahmán es el halo de gloria de nuestra fe.
Tu mensaje, Oh Imam, de independencia y libertad da forma a nuestras vidas.
¡Oh Mártires! Vuestro clamor resuena en los oídos del tiempo:
Duradera, continua, eterna: República Islámica de Irán!
En su lugar, los grupos más contrarios al régimen cantan Ey, Irán otra canción patriótica previa a la revolución islámica.
El capitán del equipo, Alireza Jahanbakhsh, había adelantado que ellos decidirían “colectivamente” si cantar o no el himno como apoyo a las manifestaciones que sacuden Irán desde hace dos meses. El jugador del Feyenoord Rotterdam, declaró también que la decisión de celebrar o no un gol durante el Mundial sería una elección “personal”. Pues en el plantel también hay jugadores que se han pronunciado a favor del régimen.
Los once jugadores se mantuvieron neutrales mientras sonaba su himno en el Estadio Internacional Khalifa.
No es la primera vez que la selección hace algo así: Durante la previa de un amistoso contra Senegal los jugadores se mantuvieron en silencio, utilizando una chaqueta negra que ocultaba el escudo nacional, la mayoría de ellos con la cabeza agachada.
Irán está sumido en una oleada de protestas desde el fallecimiento el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años detenida por violar el estricto código de vestimenta que obliga a las mujeres a llevar el velo en público.