Más de 14 mil niños y adolescentes en Chile están en lista de espera para recibir atención en salud mental. Profundizamos en Palabra Que Es Noticia con la sicóloga clínica del Centro del Ánimo y la Ansiedad, Sanndy Infante.
¿Cuán profundo es esto?
«Es dramático pero es la consecuencia de lo que venía de la pandemia. Las personas que se vieron más afectadas por el confinamiento fueron los niños y adolescentes. Como adultos ya hemos tenido experiencias para poder afrontarlo y cuando no podemos, podemos pedir ayuda pero los niños no. Quienes más sufrieron los efectos de la pandemia eran los niños y adolescentes, hoy hay una lista de espera enorme».
¿Cuáles son los síntomas?
«Hay que entender cuando los síntomas se desarrollan en más de un lugar, no solo en la casa sino que también en el colegio. Un factor que se resto fue el contexto escuela, el que era un factor protector para el niño. Los niños manifiestan sus síntomas a través de la irritabilidad, el desarrollo del pensamiento de los adultos es diferente al de los niños. Los adultos podemos decir en palabras que nos está pasando, los niños y adolescentes no, les cuesta poder decir que les está pasando. Andan irritables, de mal humor, el síntoma depende de la edad en desarrollo. Es urgente que haya especialización porque los adultos son un mundo diferente».
¿Cómo llamarías este momento en términos de salud mental?
«Estamos en una crisis tremenda que tiene muchas aristas que ni siquiera se han mencionado. Como las tasas de suicidio, no se atiende mucho como el caso de un niño de 14 años que se suicido porque le hacían bullying. Hay temas de disfuncionalidad familiar y hay una cifra de suicidios infantiles importantes. A menor edad no significa que haya menor probabilidad sino que los intentos de suicidios de los niños son menos eficaces».
Hemos visto acciones de violencia en colegios ¿Se asocia a esto?
«No soy experta en infancia, pero dentro del diálogo clínico es como el desenlace de algo que se veía venir. Tuvimos a los niños encerrados 2 años, donde los cuidadores primarios ya estaban desbordados y eso al final repercute en los niños. Son esponjas y absorben todo lo que tienen. Se transforman en síntomas de un papá o mamá desbordado que no puede más» cerró diciendo en entrevista con La Radio del Rock, la sicóloga clínica del Centro del Ánimo y la Ansiedad, Sanndy Infante.