En conversación con el programa Palabras Sacan Palabras, el ex presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, conversó sobre la nueva directiva del partido, encabezada por el diputado Alberto Undurraga. Esto en medio de la fuga de militantes, el último de ellos, el diputado Miguel Ángel Calisto que se suma a la de otros dirigentes políticos de la DC, que ya habían materializado su salida del partido. Entre ellos resaltan los senadores Ximena Rincón y Matías walker; el expresidente de la colectividad, Ignacio Walker; los gobernadores Claudio Orrego y Patricio Vallespín; y los exministros René Cortázar, José Pablo Arellano y Alejandro Ferreiro.
¿Se sumaría a esa lista?
No me he puesto aún en esa situación, pero uno tiene que reflexionar. Todo lo que dijimos fue ratificado. Dijimos que acá se estaban vulnerando garantías constitucionales. La verdad es que luego de tener la razón tuvimos una gran decepción. El día lunes nos quedamos hasta muy tarde para buscar una solución, pero se me excluyó a mí y a 5 personas más, un tribunal inexistente. Lo que hizo la mesa directiva en vez de haber suspendido la junta, continuó con la misma lógica de hechos irregulares, no cumplió nada de lo que había dicho. Me quedó claro que antes era Yasna Provoste en el poder, hoy es Claudio Pizarro. Ni siquiera me dejaron competir, hay una reflexión válida que estoy haciendo con mi papá incluso, es una persona sabia que también ha pasado por momentos difíciles pero nunca a este nivel. Estoy tomando una decisión pero fue una gran decepción.
¿De dónde lo han sondeado?
No me han sondeado, soy muy respetuoso en tomar esas decisiones, ahora estoy reflexionando como militante del partido. No nos dejaron competir, es algo bastante impresentable. El Servel dice que este tribunal dejó de funcionar.
Más allá de su situación personal, 70 partidarios firmaron para salir del partido. Esto es un gran remezón y no es solo esto puntualmente ¿Qué está pasando en lo más grande? ¿Cuál es el problema?
Estamos en una crisis de identidad, hay gente que cree que el partido se debe conectar a la izquierda. Yo creo que lo que se esconde ahí es el poder participar del estado. Se perdió el sentido de poder representar a la ciudadanía. Tenemos una confusión del punto de vista político. Hay una alternativa de avanzar a un país más justo con prosperidad, eso es lo que el país quiere, quiere avanzar y desarrollarse, eso fue siempre lo que representó la democracia cristiana pero en algún momento cambiamos y la gente nos abandonó. Creo que todo lo que ha pasado con la crisis de convivencia interna que tenemos, eso se tiene que terminar. Atenta con un elemento esencial que la democracia cristiana era una comunidad política, las cosas se resuelven de buena manera. A veces se discrepa pero después se toman decisiones.
¿Es una crisis terminal?
El partido como lo conocíamos es difícil que se vuelva a recuperar, lo que ocurrirá ahora se va a consolidar que sea conducida desde el gobierno. Hoy es evidente de donde darán las instrucciones, habrá una DC entregada a un gobierno que no nos pertenece. Hay que permitirnos actuar con libertad pero fuimos hipotecados.
Si entraran al gobierno oficialmente ¿Estaría seguro de salir de la DC?
Por supuesto, le deseo que le vaya bien a Boric, pero este gobierno no nos representa. No tenemos que hacer una alianza con el PC. No representa a nuestra gente ni a nosotros.
¿Hicieron alianza con el PC?
Si, hicimos un acuerdo en el gobierno de Bachelet. Fue uno de los errores más grandes y nos salió bastante caro, pero en ese momento el PC eran ellos los invitados a la fiesta, ahora seríamos nosotros.
¿Hay potencial en Amarillos por Chile?
Hay gente capaz y con experiencia, hay proyectos que tienen que madurar, afianzarse con la constitución legal, de poder hacer una base política sólida y así establecerse. Es un objetivo mayor y no puedo anticiparme si les irá bien o mal. Con la decisión de la DC les están entregando el electorado en bandeja.