Sebastian Vettel decidió buscar la tranquilidad en Chile para afrontar la recta final de la temproada 2022 de la Fórmula 1, la que de paso es la última de su exitosa carrera profesional.
El piloto alemán cuatro veces campeón de F1 en 2010, 2011, 2012 y 2013 con Red Bull, y un gran aficionado a la naturaleza, fue visto en las Torres del Paine disfrutando las bondades de uno de los más reconocidos atractivos turísticos del país, consigna La Tercera.
Recordemos que Vettel es el cuarto mayor ganador de campeonatos de la Fórmula 1, sólo por detrás de su compatriota Michael Schumacher y el británico Lewis Hamilton (7), y del argentino Juan Manuel Fangio (5), compartiendo lugar con el francés Alain Prost. También cupa el tercer puesto de los pilotos con más victorias (53), sólo superado por Lewis Hamilton (103) y Michael Schumacher (91).
Vettell, de 35 años, y actual piloto de Aston Martin y ubicado en la posición 11 de la clasificación, vive su última temporada como profesional, luego que en julio anunciara su retiro de la actividad a fin de año, lo que llegará luego de la disputa de los Grandes Premios de Sao Paulo el 13 de noviembre y Abu Dabi el 20 de noviembre.
Fórmula 1: Gran Premio de Brasil
Las obras de construcción de lo que acabó llamándose el Autódromo José Carlos Pace -pero que se conoce más comúnmente como Interlagos- comenzaron en 1938. Los diseñadores de la pista se inspiraron en tres circuitos principales: Brooklands en el Reino Unido, Roosevelt Raceway en Estados Unidos y Montlhery en Francia.
Impulsada por el éxito del brasileño Emerson Fittipaldi, la Fórmula 1 llegó por primera vez a Interlagos para disputar una carrera del campeonato mundial en 1973. Los aficionados pudieron disfrutar de una victoria local en los tres primeros Grandes Premios de Brasil, con Fittipaldi ganando en 1973 y 1974, mientras que Carlos Pace ganó en 1975.
Al igual que muchos circuitos anteriores a la Segunda Guerra Mundial, Interlagos cuenta con curvas peraltadas, y los pilotos comienzan su vuelta en una especie de medio óvalo; de hecho, entre 1957 y el regreso de la pista al calendario de la F1 en 1990, Interlagos podía correr como un óvalo gigante. Después de pasar por la Senna S y bajar hasta la curva 4, los pilotos pasan por una sección serpenteante en el interior del circuito con algunos cambios de peralte que suponen un reto, antes de volver a subir la colina y pasar por la última curva peraltada.