Tarun Nayar es un ingeniero y músico que ha llevado el concepto de hacer música alucinógena a otro nivel.
Es que el hombre ha hecho verdadera música influenciada por hongos, pero no de la manera que te imaginas.
Es que Nayar conecta pinzas caimán, similares a las que se usan para pasar corriente en la batería de un auto, directamente a la planta y luego lo pasa a un sintetizador el cual “interpreta” el sonido interior de la planta.
“Las plantas no están creando música por sí mismas. Uso el movimiento del agua dentro de estas plantas como resistencia eléctrica. Entonces, cuando les conecto los cables del circuito, incluso los pequeños cambios en dicha resistencia debido a la carga bioeléctrica natural de la planta se manifiestan como notas musicales”. explicó en entrevista con VICE.
Para hacer que la música de las plantas suene aún más alucinógena, Nayar agrega efectos especiales desde el sintetizador, el cual crea un sonido espacial y mucho más psicodélico.
¿Una de las principales inspiraciones de su trabajo? La música clásica india, la cuál según explicó, está muy influenciada por las vibraciones.
“Cuando interpretamos esto electrónicamente, a través de circuitos y engranajes, el resultado es mágico. Si estoy trabajando por las mañanas, toco ‘Raga Bhairavi’ (raga de la mañana). Así que probablemente use una nota de este. Por lo tanto, detenerme en ciertas notas me ayuda a involucrarme aún más en este momento”.
El fenómeno de colocar pinzas en las hojas para sintetizar música no es del todo nuevo. En 2019, el rapero estadounidense Snoop Dogg colaboró con una gran cantidad de raperos, incluidos Drake y Rich The Kid, para producir la primera canción disponible comercialmente que usó un proceso similar, «Sticky Situation», la que involucró una planta de cannabis.
Nayar no espera ganancias con este proyecto. Para él, incluso la viralidad de los videos es simplemente incidental.
“Este proyecto es para mí. Están sucediendo tantas cosas a nuestro alrededor que tendemos a olvidar que el mundo está vivo para nosotros. En todo caso, esta práctica ha renovado mi sentido de asombro”.