Semana de balances, hoy en materia de seguridad. Lo que nos deja el 2022 en el ámbito del control de la delincuencia y el crimen organizado, por ello, conversamos en Palabras Sacan Palabras con el Director Ejecutivo de Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson.
¿Cómo resumirías el 2022?
«Un año complejo, la ciudadanía está super atemorizada y eso ha generado un daño profundo. Tenemos que hacer cambios, es un año de oportunidades porque hay caminos posibles de tomar, falta la oportunidad para que se tomen. Hoy la situación es tan crítica que es más natural tomar políticas diferentes».
Dices presión…
«Esta, pero no es algo nuevo, viene desde hace bastante tiempo. La seguridad es un tema con lo que uno necesita el Estado, es una de las razones por las que se vive en sociedad. Evidentemente las expectativas son mucho más grandes, no son nuevas, se han venido arrastrando. Hoy el nivel de temor es muy distinto al que había antes y esa presión debería ser más escuchada. El problema es a quien le llega esa presión, el Ejecutivo da explicaciones pero se diluye cuando uno piensa en las fiscales, en los jueces, esa visión de sistema que no se está trabajando bien en conjunto se diluye. Y la ciudadanía culpa a un Ejecutivo que en corto plazo son pocas las decisiones que se pueden tomar».
Daniel Johnson: Aumentó la tasa de homicidios… ¿Por qué no partiste así?
«Son muchos antecedentes. La cantidad de delitos de hoy en día son bajos, tenemos pocos delitos en cantidad. Esperabamos que este año fuera de rebote, pero no lo hubo y seguimos estando donde las familias que fueron víctimas de delitos son bajas. Llegaron rumores que se estaría postergando la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, no habrían datos del 2022. Tiene una validez importante y se necesita que se haga. En las últimas versiones la cantidad de delitos es bajo con la serie histórica. Este es de los 3 más bajos de los 22 que llevamos haciéndolo. ¿Cómo puede ser? Los delitos que están ocurriendo están siendo más violentos. Estos delitos dañan mucho y con eso se produce un nivel de temor muy alto. Lo que tenemos hoy es que aumentó el nivel de temor, el más grande en la serie histórica y con ciertas concentraciones muy importantes. Mujeres en la zona norte de Chile y niveles socioeconómicos bajos más que los altos».
Matar al otro dice… Que desde hace 5 años los homicidios van en aumento… ¿Es así?
«Han venido aumentando desde hace 8 años atrás, el 2022 ya muestran que estamos más altos que el 2020. No solo en la cantidad de homicidios sino que en el tipo. Antes se relacionaban a violencia de género, no eran con armas de fuego y no eran premeditados. Todo el aumento que hemos visto no ha sido que esos mismos homicidios aumentaron sino que se sumaron unos que no ocurrieran. Armas de fuegos, premeditados y con bandas, eso es preocupante. No es el homicidio que aumentó sino que está creciendo una tipología».
Surgen varios fenómenos, el crimen organizado, la migración, delitos que antes no existían… El sicariato era limitado y hoy lo vemos… ¿Cómo se combinan?
«Hay varios factores que se relacionan y podrían generar el nivel de temor que tenemos hoy. Tenemos delitos más violentos, mucha más comunicación de los delitos que están corriendo. Antes se culpaba a la prensa del temor y no era tanto lo que comunicaban, sino que había sido víctima. Eso afectaba más que lo que se veía, era una prensa distinta a la de ahora. Ahora vemos muchas imágenes de cada delito y eso hace que seamos más testigos, esta cosa más lejana hoy es más cercana. El tiempo que antes en televisión o radio era más corto, hoy en redes sociales se extiende a todas las horas del día. No es que no tenga que ver con la violencia de los delitos. Somos muchos más testigos. El tema de la migración genera temor, es un factor incidente donde la gente tenía temor. Los análisis dicen que los extranjeros cometen menos delitos que los chilenos, pero la migración desorganizada afecta el temor, pero no porque cometan delitos, sino que por la percepción de este desorden. Los delitos más violentos están siendo cometidos por bandas, hay más armas de fuego y hay mercados que proveen estas armas de guerra. Los portonazos y robos de vehículos pareciera que crecieran, no es que se haya duplicado sino que se han mantenido entre 35-40 mil. No es el mismo robo de antes para hacer un alunizaje, sino que ahora el auto es el móvil del delito, con armas de fuegos porque están vinculadas a otras bandas. Hay una organización delictual mucho más organizada que antes. Eso nos genera mayor preocupación».
La mirada sobre los homicidios tendría que ser más territorial… ¿No deberíamos ver los homicidios a nivel territorial y achicar la mirada?
Absolutamente, las tipologías van variando en cada zona del país, pero van mutando. Tenemos que hacernos cargo de instalar la capacidad para ir siendo flexible en la persecución de los delitos. Si es preocupante esta asimetría que tenemos en las distintas tipologías en las distintas zonas del país. Aunque hay extranjeros vinculados a organizaciones delictuales no significa que la migración sea el problema de inseguridad que estamos viviendo, sino que hay que tener una migración organizada.
El tema del crimen organizado… Cuando lo veo la verdad es que siempre hay un forado de los organismos públicos… Requiere de la estructura que existe del estado… ¿Por qué no ponemos la vista ahí?
El crimen organizado es extremadamente poderoso. En Estados Unidos llevan lidiando más de 100 años con esto y no logran hacerlo desaparecer. Tenemos que blindar las instituciones para reducir los campos del crimen organizado. No hay que pensar que las clases de ética solucionaran el problema. Operan afuera, la transparencia es lo primordial que nos puede proteger.
Decías que después de la pandemia el 2022 podría ser efecto rebote ¿Podría ser el 2023?
Es difícil de proyectar, el aumento de personas aumenta los números de delitos. No vemos hoy que el próximo año vaya a haber una mayor cantidad de personas en la calle que lo ya fue este año entonces no vemos este rebote de la cantidad de delitos. Lo que si es que vemos estos delitos más violentos que han ido creciendo y en lo pronto no vemos políticas que puedan hacer un cambio radical.
¿Esta política va bien?
«Nos parece un buen documento, se hace cargo del tema y lo define. Algunos decían que no hay, pero cual es el otro extremo, de donde parte. Esto hace una definición que nos ordena la cancha y define 10 ejes para tratarla. Lo que sí echamos de menos es el tema de la prevención temprana, las bandas se nutren de jóvenes. Hay que evitar ese reclutamiento de esos cascos que le llaman ahora a los soldados, que protegen a las bandas» cerró en entrevista con La Radio del Rock, el Director Ejecutivo de Fundación Paz Ciudadana, Daniel Johnson.