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Por Equipo Futuro.cl
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En conversación con Palabras Sacan Palabras, hablamos con el historiador y doctor de ciencia política y académico de la universidad tecnológica metropolitana, Máximo Quitral, quien nos contó de su libro, «El movimiento universitario chileno”, el cual ya se publicó.
Esta obra examina el movimiento universitario chileno que apareció en 2011, teniendo como objetivo central identificar las variables que explican su origen y su perdurabilidad. Además, se analiza la participación del Presidente de la República, Gabriel Boric, quien estuvo a la cabeza de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en 2012. Y otros políticos actuales como Giorgio Jackson, actual Ministro de Desarrollo Social.
Tu estuviste harto tiempo en los 40 ¿No?
Si, estuve apoyando un programa icónico como el pongámonos serios, allá por el 2015. Yo estuve con Edo Caroe, Oscarito.
Has dejado una huella… Conversemos del libro… Un movimiento que se transforma en una generación… ¿Dirías que algo de una generación dorada? ¿Qué pasó con este movimiento?
Creo que el calificativo de generación dorada es un poco exagerado. Esta generación llega al parlamento y después al Gobierno. Pienso que fueron visionarios en lo que ocurrió, aprovecharon ciertas coyunturas que había en ese momento y construyeron un discurso que le dio sentido a gran parte de la población sobre todo en un tema tan delicado como la educación. Aprovecharon esa coyuntura y crearon este movimiento que no solo irrumpió en Chile.
¿Cuál es la particularidad? Un movimiento que queda en la historia…
Fue bastante meteórica su carrera, recordemos que fueron apoyados por algunos partidos políticos y eso facilitó que llegaran más rápido al parlamento. Hay una cuestión que identifique en conversaciones con algunos dirigentes. Cuando hablé con Giorgio Jackson, hubo una discusión dentro de la CONFECH en cómo transformar el discurso público en una estrategia comunicacional. Es una generación distinta a las de 2006, no habían plataformas digitales y estas ayudaron mucho a masificar los discursos. Lo que hicieron fue desarrollar un relato y contrataron una empresa de comunicaciones, el movimiento se profesionalizó, se desarrolló un relato que se construyó en medios sociales.
Hay algo que salió después y que se le hizo una crítica a esta generación que son dirigentes que no vienen del pueblo… Sino que es un origen acomodado ¿Es así? ¿Qué hay con eso?
Si, forman parte de la élite. Cuando formas un movimiento no todos tienen acceso a la elite. Vienen de sectores acomodados, es ver las historias de vida y eso los constituye en un actor privilegiado en el escenario político. Con el 2006 se nota una diferencia social, este fue un movimiento desde la periferia. Estoy de acuerdo con lo que mencionas, comparto esa crítica, siguen siendo privilegiados.
¿Cuál es la pregunta que da origen a tu trabajo?
Una muy sencilla, ¿Porque aparecen los movimientos sociales? Esa era mi pregunta en un inicio, en la conversación con los colegas es interesante, pero por qué se motivan en seguir tanto tiempo con los movimientos sociales. Recordemos que el Presidente género un partido.
Siguen manteniéndose…
Creo que hay una fractura entre el movimiento y las actuales autoridades. Probablemente olvidaron de donde emergieron y parece que no confiaron mucho y tratan de olvidarse de su pasado. Yo creo que es un error. Desde ahí se pueden generar políticas públicas. La educación pública está en abandono.
¿Puedes decir que esta generación de ahora traicionó ese movimiento?
Si, pienso así. Creo que hay una traición hacia los movimientos estudiantiles, no te puedes desentender. Ahora que ni siquiera discutimos de educación, muy por el contrario, es una contradicción severa y la opinión pública la evalúa. En el fondo gobiernas con convicciones no con contradicciones.
¿Te cuesta entender a esos dirigentes que gobiernan ahora?
Absolutamente, soy un defensor de la educación pública, hay un abandono profundo, tenemos 50 mil estudiantes que desertaron y pareciera que a nadie le importa. Creo que tienen que ser autocríticos y es un llamado de atención que hay que volver a discutir de educación.
¿Va a resurgir una fuerza en el movimiento educacional chileno?
Independientemente de los métodos de propuestas los estudiantes secundarios han sido mucho más constantes en la educación. Lo tuvieron muchas veces y han sido un actor clave. El próximo año podrían emerger con mayor fuerza.