La ministra de Justicia, Marcela Ríos, señaló que dentro de las cárceles ha habido una baja significativa en las agresiones con resultados de muerte. Según datos de Gendarmería, durante 2021 murieron 49 internos a causa de agresiones en las cárceles. En lo que va de este año, los decesos por este motivo suman 26, lo que refleja una disminución significativa.
Sin embargo, existe un nuevo factor que preocupa a las autoridades: la extorsión a internos y a sus familiares por organizaciones criminales que piden dinero a cambio de no agredir o proteger a otros reos.
En Palabras sacan palabras conversamos con Nelly León, Presidenta y fundadora de la fundación Mujer Levántate, y capellana de la cárcel de San Joaquín. Actualmente están realizando un a colecta en www.mujerlevantate.cl para apoyar su causa.
¿Qué pasa en las cárceles de mujeres? ¿Cómo las podemos incluir?
Sería triste decir que se ha producido un cambio, las mujeres no están dentro de la dinámica del crimen organizado en las cárceles. En las cárceles de varones hay grupos y bandas, pero en la cárcel de mujeres pasan muy poco. En la de mujeres se generan recursos para poder estar en contacto con los hijos. Meterlas en la dinámica del crimen organizado me parece injusto.
¿Cuáles son los motivos por los que hay mujeres presas?
Hay menos de 4 mil mujeres en todo el país, el 55% aproximadamente es por microtráfico. Hoy hay mujeres más jóvenes, de 19 años privadas de libertad. Estos delitos estaban asociados al robo, robo por sorpresa. En eso ha cambiado. Un 20% sería por este tipo de robo, pero se ve poco a la mujer en delitos violentos como portonazos, están en otra línea.
Son más jóvenes…
Eso es impactante, cada vez chicas más jóvenes tratando de estar a la altura de chicas de su edad. Quieren aparentar lo que ellas no son.
Cuéntanos un poco de eso…
Hay mujeres que quieren usar la mejor marca, las carteras de nombre, eso los medios de comunicación les va vendiendo una imagen y muchas apuntan por allá. Hay madres muy jóvenes y se quedan solas y tienen que buscar los medios para subsistir con sus hijos, de 18 o 15 años y quedan solas. Ese fue el desafío que tienen las mujeres de la cárcel.
¿Cómo ha cambiado la reinserción a través de los años? ¿Ha mejorado?
Hay iniciativas desde el estado que tienden a mejorar la inserción social. Usamos la palabra inserción y el estado ha hecho esfuerzos pero nunca será suficiente, hay un tema no resuelto en Chile que es la prevención, donde la gente vive, en estas tan paupérrimos. La inserción o reinserción para tener una buena prevención con niños y adolescentes. La cárcel ni el robar nunca será bueno, para eso apunta Mujer Levántate, para que se reconozca como madre y como mujer valiosa, donde pueda salir con sus propios recursos, es ayudarla.
En el mundo privado…
Hay un trabajo en el que hay varias organizaciones, hay muchas cosas pensadas para hombres pero pocas para mujeres. Nos cuesta salir del paradigma y hay que pensar un poquito más allá para que cuando terminen su condena puedan tener trabajo afuera. Su primera misión es restaurar su familia, reunir a sus hijos, es difícil que sea empleada de alguna tienda o donde tenga que cumplir horarios, hay que apuntar a los microtrabajos.
¿Cuántos nacimientos se dan en la cárcel? ¿Cómo es el sistema?
No ha cambiado desgraciadamente, cuando vino el Papa se nos citó a todos y estuvimos un año trabajando en una ley para que un niño no nazca en la cárcel pero esa ley aún duerme en el Congreso. Hoy tenemos 11 bebés, el miércoles hubo una mujer dando a luz, esa es la realidad.
¿Cuánto cambiaron las cosas después de lo del papa?
Me gustaría saberlo, no tengo claridad. Hubo una visibilidad eso sí. Se traspasó la mirada de los muros hacia adentro. Con la visita la gente supo que había mujeres, eso se vio y eso se sabe. A partir de ahí hubo un mayor voluntariado, podemos repartir cosas todos los meses pero nos cuesta todavía visibilizar hacia los empresarios para que nos ayuden y poder seguir trabajando en esto.
¿Cuántas de las mujeres que salen en libertad vuelven a delinquir?
Según un dato de gendarmería, el 94% que pasan por nuestra fundación no vuelve a delinquir.