No es probable que alguien escuche a Bruce Dickinson cantando «90 segundos para la medianoche» en pleno concierto de Iron Maiden. Pero sería más preciso que el single de «Powerslave» de 1984 con un título similar.
Inspirada en una ilustración científica utilizada para explorar el riesgo de un apocalipsis nuclear que enfrenta la humanidad,»2 Minutes to Midnight» se colocó más cerca del final que el reloj del fin del mundo de la vida real en ese momento. Pero en 2018, se reinició a dos minutos para la medianoche. Y recientemente se adelantó nuevamente. Primero a 100 segundos. Y ahora a 90 segundos.
El Boletín de los Científicos Atómicos creó el reloj en 1947. Ahí lo ajustaron a siete minutos. Si bien no es una expresión precisa de la política global en tiempo real, fue diseñado como un medio para iniciar discusiones sobre las amenazas militares a nuestro futuro. Cuando Maiden lanzó «2 Minutes to Midnight», el Doomsday Clock marcaba tres minutos; en 1991 se retrasó a 17 minutos después del colapso de la Unión Soviética, lo más lejos de la medianoche que se haya establecido.
Una declaración del Boletín citó la invasión de Rusia a Ucrania, la pandemia de COVID, la crisis climática y la pérdida de instituciones científicas que monitorean tales amenazas como la razón del cambio. La CEO Rachel Bronson dijo: “Vivimos en una época de peligro sin precedentes, y el Reloj del Juicio Final refleja esa realidad. Es una decisión que nuestros expertos no toman a la ligera. El gobierno de EE. UU., sus aliados de la OTAN y Ucrania tienen una multitud de canales para el diálogo. Instamos a los líderes a explorarlos todos a su máxima capacidad para hacer retroceder el reloj”.
Dickinson señaló una vez que «2 Minutes to Midnight» es una «canción sobre la experiencia de la guerra y sobre el romance y el horror de ella. Y las dos cosas juntas. Y el hecho de que, desafortunadamente, estamos repelidos y fascinados por esto».