Este lunes fue aprobado en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y Diputadas el proyecto de reforma tributaria impulsado por el Gobierno. En este se cuenta también con el impuesto al patrimonio, más conocido como impuesto a la riqueza.
El proyecto de reforma tributaria tardó siete meses de tramitación y fue despachado este lunes 23 de enero para que inicie su discusión parlamentaria en la Cámara Baja.
Cabe destacar que el proyecto de reforma tributaria se despachó sin cambios estructurales que alteraran el corazón de la iniciativa. Aun así, la votación contuvo un intenso debate, en particular con el impuesto a los «super ricos» que finalizó con una votación dividida. Un total de siete a favor por parte del oficialismo y la DC y cuatro en contra de la oposición.
Impuesto a los «super ricos»
De los artículos más controvertidos del proyecto de reforma tributaria presentados por el Gobierno, se encuentra el impuesto al patrimonio.
El oficialismo defendió este nuevo tributo, argumentando la necesidad de que los que tienen más puedan aportar más para recaudar mayores recursos y así avanzar en mayores beneficios sociales. Por su parte, la oposición indició que la nueva normativa podría ahuyentar nuevas inversiones y espantar a los altos patrimonios que abandonarían Chile.
El impuesto consiste en un gravación a personas naturales, con domicilio o residencia en Chile que superen las 6.000 Unidades Tributarias Anuales. Es decir, alrededor de unos 5 millones de dolares. En ese marco, quienes tengan entre 6 mil UTA y 18 mil UTA tributaran con una tasa de 1%. Por su parte los que excedan los 18 mil UTA, se les gravará con una tasa de 1,8%.
Esta mañana el ministro de Hacienda, Mario Marcel, explicó que son aproximadamente «6 mil contribuyentes» los que aportarían patrimonios superiores a los 5 millones de dolares. «Eso es bastante menos del 1% de los contribuyentes y, en términos de recaudación, genera una recaudación del orden del 0,4% del PIB«. En ese sentido, el ministro explicó que este impuesto al patrimonio es un componente importante de la reforma tributaria, en función de la progresividad del sistema tributario.