La seguridad pública en Chile vive uno de sus momentos más críticos debido al aumento de actos delictivos armados como las encerronas, portonazos, secuestros y el sicariato, siendo fenómenos que preocupan a la ciudadanía en medio del despliegue que han evidenciado peligrosas bandas dedicadas al crimen organizado.
Conversamos en Palabras Sacan Palabras con el teniente fiscal de la Fiscalía Antidroga de España, Ignacio de Lucas, quien participó del workshop Seguridad Pública y Crimen Organizado organizado por el nuevo Centro de Estudios de Seguridad Pública, dependiente de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián.
Hablemos un poco de la mirada que tienen de fuera en cuanto a lo que pasa con la droga en el mundo… ¿Qué impresiones se ha llevado? ¿Qué opina del crimen organizado y la droga?
«El evento que se ha organizado estos días y hoy por la Universidad San Sebastián es un evento singular y es una iniciativa que tiene un recorrido muy ambicioso y necesario porque fomenta un diálogo adulto, maduro, de un tema importante como es el crimen organizado y narcotráfico que en Chile vive un momento particular. Es un momento de tomar la acción, conozco a la fiscalía chilena y tiene una excelencia alta. No tengo ninguna duda que tienen unos riesgos pero están posicionados, hay unos desafíos importantes que hay que atender urgentemente, hay que reaccionar cuanto antes pero están en la posición de hacerlo».
En España hay mucha información de las rutas… ¿Cómo se ve desde allá el traslado de la drogas, los cambios?
«España ocupa un lugar importante, es la puerta de entrada de la cocaína que viene de Latinoamérica. Ahora hay más competencias con otros puertos, pero desde luego el tema de las rutas es algo que está en constante evolución que es una de las características sustanciales del crimen organizado para tratar de evitar la persecución policial tienen que trasladar rutas de un modo continuo, al final en última instancia hay que ponerles presión, en medida que encuentren que una ruta es difícil, obligar a cambiar de ruta y ahí tenemos que tratar de hacerles daño y ponerles presión. La ruta de España es complicada porque se pone mucha presión, de eso se trata, pero hay que convivir con el crimen organizado, hay que ponerle coto, que no penetre en nuestras instituciones y que genere el menor daño posible en nuestros ciudadanos».
¿Por qué esto de convivir con el crimen organizado?
«Podemos aspirar a eliminarlo pero hay que ser realistas, hay que saber que operan en espacios y tratan de conseguir un máximo rédito con el tráfico de drogas, de seres humanos o las armas, nosotros podemos tratar que su espacio de operatividad cada vez sea menor pero pienso que ahí tenemos que poner nuestros esfuerzos, que tengan menos espacios en nuestra sociedad. Creo que no es realista poder eliminarla».
Algunas estrategias… ¿Cuáles son? ¿Qué cosas dan resultado en cuanto a estrategia?
«No hay ninguna receta infalible, hay que tener paciencia porque el fortalecimiento institucional que permita mejorar la eficacia en las policías requiere un cambio en la ley. El crimen organizado tiene un componente internacional y se combate con transnacionalidad, el contacto con fiscales de distintos países. Esas son estrategias que nos permiten desmantelar organizaciones en varios países. Hay estrategias ambiciosas que requiere confianza, trabajamos con información sensible y no se la damos a cualquier persona».
Decía que el problema era real, pero que Chile estaba mejor preparado para enfrentarlo… Habría que modernizar la legislación…
«Si uno piensa en un contexto regional de Latinoamérica en mi opinión Chile está en una muy buena posición, no significa que sean inmunes contra el crimen organizado, tienen una necesidad de actualización. En el narcotráfico no llegamos a la meta hoy es una lucha constante, dotar a las policías y Chile tiene mucho margen para trabajar. Pero hoy hay cierta fortaleza sobre todo si se compara con otros países, una cosa no es incompatible con la otra. Quizás no se percibe tanto en Chile, pero sí desde fuera. No significa que las policías, legisladores o el Gobierno tenga que dejar de hacer esfuerzos. Tenemos esperanzas de que se pueda mejorar la situación actual».
Alguna clave… Hemos escuchado organizaciones que recién tomamos conciencia de ellas… ¿Qué características tienen?
«Las estructuras criminales buscan espacios donde desenvolverse cómodamente y en algunos momentos esas estructuras criminales pueden llegar y encontrar la posibilidad de establecer e introducir ciertas sustancias, hay que accionar contra ellos para que tengan que buscar otro lugar donde desempeñar sus actividades ilegales y que Chile no se convierta en un lugar cómodo para ellos. Es una cadena que opera en Latinoamérica y de manera global, las necesidades son comunes al igual que los espacios».