Por fin se cumple lo que veníamos esperando desde antes de la pandemia: un reencuentro con Opeth en nuestro país. La interrumpida gira de su último álbum “In Cauda Venenum” (2019) finalmente aterriza por estos lados luego de las obligadas postergaciones y estarán el 10 y 11 de febrero en el Teatro Caupolicán.
En la espera hablamos unas palabras con Martín Méndez, bajista e integrante histórico, de hecho es el que lleva más tiempo acompañando a Mikael Åkerfeldt, desde que llegó al grupo hace más de 25 años.
De entrada manifestó que están “como siempre, con ganas de volver. Será la última vuelta de la gira del último disco. Y bueno, será un sitio muy especial para terminar la gira y como te digo, con muchas ganas, muchas ganas de volver al continente y pasarla bien”.
-Ya cerrando el ciclo de “In Cauda Venenum”, ¿cuál es la evaluación que hacen de lo que ha sido todo este proceso?
-Bueno, por el tema del disco, es el último que hemos hecho, es como el último bebé. Pero sentimos que hicimos un buen trabajo, por lo menos lo que queríamos representar, lo logramos. Y lo de la gira, bueno, sí, fue interrumpida por la pandemia, claro. Todo empezó en 2019, hace mucho tiempo, pero bueno, contentos de poder culminar ahora. Ahora tendremos un tiempo libre para recargar energías y volver a a crear algo nuevo.
-El disco tuvo esta particularidad de que hicieron dos versiones, una cantada en inglés y la otra en sueco, tal vez para conectar con las raíces suecas de Mikael y los muchachos, pero da cuenta de que varias culturas conviven en Opeth, también estás tú, por parte de los latinos, ¿cómo ves esa interesante mezcla?
-Siempre fue parte de la esencia esta mezcla de culturas y también el interés musical de experimentar cosas diferentes y hacer cosas nuevas. Y en este caso sí, la versión en inglés fue algo que que se decidió al final, cuando ya estaba todo grabado. Pero la versión original y la idea original con este disco siempre fue en sueco. Y bueno, y esto era una una de las cosas que siempre quisimos hacer, algo diferente respecto a los discos anteriores. Surgió esta vez para representar algo nuevo en la banda.
-Tal como dices, Opeth siempre ha buscado hacer cosas diferentes, ¿ese es el reflejo de tener diferente visiones dentro de la banda?
-Sí, pues, siempre tenemos la inquietud de de intentar sorprender nosotros mismos con diferentes estilos, con diferentes influencias. Todos en el grupo tenemos muchas influencias, algunas parecidas, otras diferentes, y todo esto se refleja en la música. Es verdad que Mikael es el compositor, principal de la banda, pero todos influimos en la música.
-A propósito de cosas que conviven en la banda, también hay etapas muy distintas en la historia del grupo, como sus orígenes más ligados al death metal y lo más reciente que es netamente progresivo. Y donde convive todo esto es en los shows en vivo, porque ahí tocan canciones de todas las época. ¿Cómo es eso de poder ir jugando también en los setlists y hacer que finalmente resulte coherente?
-Nos gusta que estén presentes todos los diferentes matices de la banda y en vivo siempre intentamos representar cada época. Es difícil, porque tenemos ya trece discos. Y claro, tocar un tema de cada uno alarga mucho la noche, ¿no? El concierto sería muy largo. Pero intentamos siempre mantener la variedad. Y es muy divertido, la verdad, porque es muy variable tanto tocar temas antiguos, los más death metal, y después algo progresivo o una balada, requiere bastante concentración para tocar. Siempre queremos hacer el mejor concierto posible. Es exigente y a la vez divertido.
-En ese sentido, es bueno ver que ustedes todavía tienen mucho cariño por esas antiguas canciones más death de Opeth, aunque ya no esté presente ese factor en los discos, ya no hay guturales y todo eso, pero al menos los fans lo siguen teniendo en los conciertos.
-Es la evolución del grupo. Hemos hecho no sé cuántos discos de Death Metal, principalmente al comienzo. Y llegó un punto que sentíamos que podíamos experimentar mucho más dejando algunos matices que repetíamos en el pasado, pero eso no significa que no estamos apreciando ese estilo de música. Porque es nuestra esencia, siempre lo decimos, nosotros en el fondo somos metaleros de alma. O sea comenzamos con esto y es la raíz del grupo, pero tenemos la inquietud de siempre de experimentar. Eso es lo lindo de tocar en Opeth. Que siempre nos intentamos sorprender a nosotros mismos. Nunca se sabe lo que podemos llegar a hacer en el futuro, pero la idea es siempre hacer música que nos plazca a nosotros. Que nos sintamos a gusto y es lo que estamos haciendo últimamente.
-Se cierra entonces la etapa de “In Cauda Venenum” y vendrá otra, ¿cómo es lo que ya están proyectando?
-No te puedo adelantar mucho porque está todo muy en el aire todavía. Además lo que estemos planeando no significa que vaya a ser lo que se salga al final. Por lo mismo que te decía antes de lo lindo de tocar en Opeth, que nos sorprendamos a nosotros mismos. Pero bueno, ya con el tener una idea de volver a grabar un disco ya es algo bueno y estamos con muchas ganas.
-¿Cómo es la forma de trabajar que tienen? Sabemos que Mikael es la mente maestra, pero todos participan un poco y hacen sus aportes, ¿cómo lo hacen en cada proyecto?
-Bueno, ha sido diferente en cada etapa, pero normalmente lo que hace Michael es grabar unos demos en su casa. Los últimos años la tecnología le ha permitido hacerlas cada vez mejor, comparado con las posibilidades de años anteriores. Pero a la hora de ir al estudio todos intentamos de aportar algo a la música. Algunos instrumentos tienen más libertad que otros, en mi caso lo que intento es aportar con el bajo y la batería en lo rítmico e intentar darle cierto color a lo que está escrito. Y en el estudio también improvisamos bastante entre todos y nos damos ideas unos a los otros. Ahora, si hablamos de la época de Blackwater Park o de Deliverance mismo, o Still Life, los temas estaban a medias, en el estudio se terminaban y estábamos mucho más tiempo grabando también. O sea que depende de la época, ¿no? Pero ahora en los últimos años el proceso de grabación es más rápido y más divertido en ese sentido.
-¿Cómo ves la relación con Sudamérica y con Chile? ¿Te acuerdas de la primera vez que vinieron y que dio el pie para una relación tan especial?
-Es fantástico tocar en Chile, siempre tenemos muy presentes los conciertos que hemos hecho y lo que son los fans en Chile, porque nos dan siempre mucho apoyo, mucho aguante, y y ya te digo, estamos con muchas ganas de volver, porque será será un maavilloso final de gira.
-Por último, ¿palabras finales para los fans que los esperan acá?
-Vamos con muchas ganas e invito a toda la gente que quiera venir porque serán noches muy especiales, intentaremos hacer lo mejor posible de nuestra parte.
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