En los años 80, el Royal Albert Hall de Londres era claramente el lugar favorito de Eric Clapton. Después de terminar la década con tres años de espectáculos anuales allí, abrió la década de los 90 llevando su estrecha relación al siguiente nivel.
Clapton inició una ambiciosa residencia de 18 noches el 18 de enero de 1990, dividida en distintas aproximaciones a su catálogo clásico. Y la cerró con broche de oro el 10 de febrero de 1990, hace 33 años atrás. Durante seis espectáculos, actuó con una banda de cuatro integrantes; para otros seis, lo amplió a 13 piezas. Tres fechas presentaron una banda de blues que incluía a Buddy Guy y Robert Cray, y para los últimos tres conciertos del itinerario, tocó con la Orquesta Filarmónica Nacional dirigida por Michael Kamen, con quien había trabajado en el (aún tristemente inédito) » Concierto para guitarra eléctrica».
Naturalmente, los planes requerían que los programas fueran grabados y lanzados. Sin embargo, tuvieron un problema temporal cuando Clapton inspeccionó las cintas después de que terminaron los programas y las consideró indignas de publicarse. En cambio, decidió esperar hasta el año siguiente, cuando regresó al Royal Albert Hall para una residencia aún más larga de 24 noches. Eso luego formó partes del LP de doble disco «24 Nights live» de 1991.
«Después de escucharlo, no pensé que mi actuación fuera satisfactoria. Así que lo hicimos durante todo este año todas las noches», le dijo a Rolling Stone en 1991. «¡Grabamos 24 noches! Y en retrospectiva, veo que estaba muy cansada. Había hecho un año entero de gira y no estaba realmente a la altura. Así que tuvimos que raspar mucho el barril para llegar a una buena selección que funcionara. Quiero decir, es buena, pero soy tan malditamente crítico al respecto».
Disfrutando de un resurgimiento en popularidad después del lanzamiento de Journeyman en 1989, Clapton estaba llenando lugares mucho más grandes que el lugar de 5200 asientos, entonces, ¿qué lo hizo tan especial para él? «Es un lugar hogareño muy, muy cómodo para mí», se rió Clapton durante una entrevista de 1990 con la BBC. «Tiendo a pensar que es mío».
Admitiendo que se había molestado mientras estaba sentado entre la audiencia para un combate de boxeo en el salón, explicó qué lo atraía de nuevo al escenario allí.
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«Tiene un ambiente muy gentil, sofisticado y, sin embargo, cómodo. Como si fuera un club», reflexionó. «Me recuerda cómo era el Marquee en los primeros días, ya sabes; todos están muy, muy cómodos en casa y te sientes bienvenido. No tengo ni la mitad de los nervios allí que tengo en cualquier otro lugar».
Describiendo la atmósfera como «increíblemente íntima» y agregando que mientras miras a la audiencia desde el escenario, «prácticamente puedes ver el blanco de sus ojos», agregó, «Es casi como si las luces de la casa estuvieran siempre encendidas, ya sabes. Pero por alguna razón, ese lugar, porque está en una ronda, todas las personas están muy cerca de ti. Se siente como si estuvieras entre amigos».
Clapton continuaría reafirmando esa amistad a lo largo de los años 90, regresando para estadías prolongadas todos los años entre 1992 y 1996 y nuevamente en 2001, 2004, 2006, 2009 y 2013, con una variedad de otros conciertos, incluidos espectáculos benéficos y reuniones. fechas con Cream (que realizó allí su propio concierto de despedida), dispersas en el medio.
La historia de amor de Clapton con el Royal Albert Hall continuó en 2015, cuando el icónico guitarrista celebró su cumpleaños número 70 allí con una serie de actuaciones denominadas Slowhand at 70. Lanzado como un DVD en vivo y una película de concierto teatral, los eventos consolidaron aún más la afinidad de Clapton por el lugar. Desde entonces, mantiene regularidad agendando shows seguidos ahpi.