Son los que cargan con el trabajo más duro y, al mismo tiempo, quienes salen peor parados si les va mal. A veces nadie les conoce o bien muy pocas personas asisten para verles a ellos o ellas. Es por esto que tampoco conocen a su público, no tienen aliados en él, y «en pelota» se enfrentan a esa gran masa amorfa, indiferenciable, que llamamos el «Monstruo» de la Quinta Vergara. Los y las humoristas del Festival de Viña del Mar se llevan la compleja tarea de hacerlo reír y, de salir bien recibidos, suelen llevarse el peak de rating en la noche.
El escenario de Viña del Mar le ha abierto las puertas a nombres como Jorge Alís, Natalia Valdebenito, entre otros, pero también ha sepultado a mucho que han sufrido su paso por la Quinta Vergara. En Futuro, ad portas del Festival de Viña 2023, te presentamos una lista de las rutinas más abucheadas por el «Monstruo», siendo literalmente «devoradas» por este.
Sergio y Mario Feito, 1990
Una de las primeras víctimas del «Monstruo». Sergio Feito era un cómico de revistas, con rutinas musicales y que tuvo un gran éxito en su paso por el Festival de Viña de 1973. No obstante, luego de 17 años, el humorista retorno al Festival acompañado por su hijo Mario. Presentaron chistes repetidos y añejos para sus tiempos, que terminaron con pifias y su salida del escenario. Luego de una de las peores pifiaderas del Festival de Viña, Sergio Feito se retiró del humor y se hizo Hare Krishna.
Oscar Gangas, 1998
Oscar Gangas subió por primera vez al escenario de la Quinta Vergara en 1998. El humorista pretendía hacer chistes sin «groserías, picantes o cochinos» criticando a sus pares que se presentaron la noche anterior, Melón y Melame. Su rutina jamás tomó ritmo y a la mitad se retiró del escenario. Trece años más tarde obtuvo su revancha con chistes más subidos de tono, llevándose dos antorchas a la casa.
Sarah Sanders, 1998
Desde el comienzo la españo Sarah Sanders no lo tuvo fácil. Luego del show de Marco Antonio Solís la comendiante entro y salió bajo las pifias del «Monstruo». Su rutina solo duró 7 minutos de rutina, tiempo record en el Festival de Viña.
Vanessa Miller, 2003
La actriz Vanessa Miller interpretó a su personaje humorístico Bárbara, «la Nana Argentina», quien hacía apariciones en el estelar «Por fin es lunes» de Canal 13, en el que marcaba buenos puntos de rating. No obstante, su rutina durante el Festival de Viña de 1998 no duró más minutos, con chistes explícitamente sexuales que terminpo con un koala al siempre parco Antonio Vodanovic.
Natalia Cuevas, 2004
La comediante fue exitosa en la versión de 2001 del Festival de Viña. Cuevas reconocida como una de las mejores imitadoras del país, tres años después olvidó parte de su guión y terminó fuera del escenario con un público aburrido.
Salomón y Tutu-Tutu, 2008
El dúo era exitoso y reconocido en la televisión chilena, pero en el Festival de Viña del Mar no se la pudieron, con una rutina de media hora cargada de doble sentido.
Rudy Rey, 2014
Con una rutina de humor blanco y familiar, el humorista se despidió del publico luego de casi 30 minutos. Rey no pudo convencer al público que lo recibió con pifias luego del show de Ana Gabriel.
Ricardo Meruane, 2011 y 2016
En 2011 se presentaba por primera vez un histórico del humor chileno. Sin embargo, en la primera instancia frente al «Monstruo» lo recibieron con pifias que exigían el regreso de Sting. Lo más recordado de la rutina fueron las repetidas frases de «gracias, gracias, no se molesten» y un peluquín que nadie entendió.
Como si fuera poco una primera vez, en 2016 Ricardo Meruane volió por su revancha. Fueron 30 minutos de rutina en los que el público hizo el intento de enganchar, incluso pidiendo la gaviota a los 15 minutos. El «gracias, gracias, no se molesten» lo cambió por «apaga la luz». El nerviosismo del humorista era evidente y debió retirarse derrotado por la lluvia de pifias.
Jani Dueñas, 2019
Jani Dueñas fue la última vítima devorada por el «Monstruo». La comendiante de Stand-up llegaba a una nueva versión del Festival de Viña con un público y seguidores que la apoyaban. A pesar de su reconocimiento en La Divina Comida y Patana, en 31 Minutos, su rutina fue un desastre. La comediante terminó pidiendo ayuda a los animadores entre pifias. «Me sorprenden mucho, creo que están esperando a David Bisbal», dijo Dueñas que se retiraba luego de 30 minutos en el escenario.
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