Una investigación realizada por radio Biobío, reveló cómo a partir de un chat de WhatsApp dejó al descubierto que un funcionario de la Fiscalía Metropolitana Sur, entregó información reservada a la abogada de dos homicidas buscados por la policía. El funcionario Cristián Mesina Otárola fue quien entregó información confidencial a la abogada de los criminales.
Según radio Biobío los hechos quedaron plasmados en un expediente administrativo, los que finalmente terminaron con la expulsión del funcionario de fiscalía. Mesina prestó servicios a la institución del ministerio Público durante 20 años.
A pesar que en su declaración el acusado dijo desconocer que estaba entregando información sensible. Es más, nunca imaginó que se excusó de que jamás sospechó que la abogada estaba tratando de comprobar la existencia de una causa en contra de los asesinos.
Por ahora Cristián Mesina se encuentra bajo una indagatoria penal con la que se busca esclarecer si cometió o no algún delito.
La investigación de los homicidios
La conversación de Mesina con la abogada se enmarca en la investigación que realizaba la policía por el homicidio de Eduardo Muñoz Norambuena, quien fue acribillado en una encerrona. Muñoz murió con 17 balazos en el cuerpo.
Tras un mes de pesquisas, la policía dieron con los responsables: Juan Gutiérrez Silva y Gisella Zúñiga Lorca. El hombre disparó y la mujer manejaba el automóvil on el que escaparon del lugar. El móvil: rencillas con su víctima.
En medio de la indagatoria la fiscal Pamela Contreras a cargo del caso, solicitó requisar los teléfonos de la pareja. Es así que hallaron una conversación entre la imputada y su abogada un día después de cometer el homicidio.
Gisella Zúñiga consultó a su abogada si su pareja era o no objeto de alguna investigación.
-En eso estoy, respondió la abogada.
Tres días después volvió a insistir, a lo que la abogada le respondió:
–Ya consulté en la fiscalía si Juan tenía alguna causa vigente. Mi contacto me dijo que no aparecía nada en el sistema.
Hasta ahora no es claro si Mesina era el único contacto de la abogada. La conversación con la abogada y el funcionario Mesina dictaba lo siguiente:
—No me gusta molestar —le dijo a Mesina.
—Para mí, jamás serás una molestia —respondió él
Acto seguido el funcionario envió una imagen en la se ve el rut de Juan Gutiérrez y que no correspondía con lo consultado. Sin embargo, Mesina se equivó en el digito verificador.
—Jajaj me equivoqué —le hizo saber ella.
—Nada… bella, sólo imputado— corrigió Mesina.
De manera tal que se llegó a confirmar la participación de Mesina en ayuda de la abogada, lo que aún falta rectificar si el funcionario cometió un delito o no.