Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el director del área de inclusión del Hogar de Cristo, Andrés Millar.
En los próximos días el Gobierno iniciará el plan de recuperación de espacios públicos en el eje Alameda-Providencia. La iniciativa tiene como finalidad erradicar carpas y rucos ubicados en los ejes que comprenden las comunas de Estación Central, Santiago y Providencia. El Ministerio de Desarrollo Social y Familia, representantes de la Delegación de la RM y personal de las municipalidades en cuestión serán las encargadas de ejecutar dicho plan. Según un catastro en terreno elaborado con apoyo de Carabineros y la PDI, en los seis cuadrantes que comprenden el eje Alameda-Providencia se contabilizaron 21 rucos y 26 carpas. Por su parte, las personas en situación de calle serán derivados a diversos albergues y residencias. A juicio de nuestro siguiente entrevistado, “el albergue es un parche del problema de situación de calle, pero les permite a algunas personas estar mejor”.
¿Cómo se entiende esta situación que afecta a las personas?
“Lo primero es ratificar lo que dije hace algunos días. Lo que propone el Gobierno es una ayuda para lo que requiere la gente. Sin embargo, lo que debemos observar y poner en el centro de este proceso es cómo se va a solucionar. No será con albergues, sino con el acceso a la vivienda por parte de las personas en situación de calle y chilenos que están en la pobreza”, señala Andrés Millar.
¿Cómo se puede solucionar este problema, más allá de la propuesta a largo plazo?
“Efectivamente, la situación sigue siendo invisible porque es insuperable. La realidad que vemos en el eje central de la Alameda es algo cotidiano. Cerca de 20.000 personas se encuentran en esta situación, sin embargo, creemos que son 30 mil. Los primero es poder contar con una vivienda desde donde pueda proyectar una vida. Cuando uno vive agrupado en un albergue, se hace complicado vivir”, indica el director del área de inclusión del Hogar de Cristo.
“Se necesita apoyo y hoy, la situación que viven estas personas en su mayoría son de población migrante. Este es un tema que hay que abordar para que se resuelva. Si la situación irregular de una persona no está resuelta, no puede trabajar ni generar ingresos. Esto hay que resolver y otras temáticas asociadas a problemas de salud mental se ven asociadas y afectadas en este tipo de sectores de la población. Si no hay acompañamiento en materia de salud, la posibilidad de que las persona puedan superar la situación se hace muy difícil. La gente requiera apoyo masivo y el ojo está puesto en que si el Estado puede dar respuesta más concreta a los afectados”, asevera Andrés MIllar.
¿Cuál es el rol que juega el Hogar de Cristo en esta situación? ¿Cuáles son las características de estas personas’?
“El año pasado estaba funcionando la Mesa Calle y ahí participamos. Hoy e día, en este plan no estamos participando directamente. Sin embargo, hay muchas organizaciones que lo hacemos en otros sectores. Desde Hogar de Cristo trabajamos con personas que se encuentran en la ribera del río Mapocho y varias comunas. Respecto a las características, no tengo el detalle de lo presentado por el Gobierno. Pese a esto, puedo asegurar que son niños, adultos y sectores diversos que van aumentando día a día”, asegura el director del área de inclusión del Hogar de Cristo.
¿Cómo se ha entendido ese cambio?
“Las familias presentes en la calle son migrantes. Según datos de nuestro último catastro, la caracterización es que había pocas mujeres. Hoy, según el registro social de hogares señala que hay un 16% de mujeres en la calle. No hay redes de apoyo para que las mujeres puedan salir de esos espacios, violencia machista y necesitan apoyo y ayuda para abordar esta problemática. La responsabilidad del Estado debe funcionar de manera coordinada con sus ministerios para entregar respuesta a las y los afectados. La superación de la situación de calle y extrema pobreza requiere el accionar del Estado que hoy está lejos de desarrollarse. Debe existir una modernización que apunte a mejoras sustanciales y reales. El Ministerio de Vivienda, Salud y Trabajo deben coordinarse para entregar soluciones concretas”, afirma Andrés Millar.
Desde el Hogar de Cristo, ¿Cuál es la experiencia que ha tenido el último tiempo?
“En pandemia la pobreza aumentó considerablemente y con ribetes de mayor gravedad. El alza del costo de vida y la inflación es un factor clave. La canasta de alimentos y satisfacción es alta y las familias no logran satisfacer necesidades básicas. La pobreza en Chile aumentó, no al nivel latinoamericano, pero sí considerable para la realidad país. Antes de la pandemia las personas que se encontraban en pobreza multidimensional era del 20%. Hoy creemos que debe ser alrededor del 25%. Reconocemos la ayuda por parte del Estado pero debe dejar de ser invisibilizado. Debemos entender que las personas en situación de calle han perdido su vivienda desde hace muchos años. Atendemos y damos ayuda cuando hay contextos y se da respuesta. Sin embargo, hay 30 mil personas que no tienen vivienda”, plantea el director del área de inclusión del Hogar de Cristo.
¿Qué le parece sobre lo dicho por el ministro Montes sobre el aumento del costo de las viviendas de emergencias?
“Si es una realidad, es lamentable porque es hacer negocio con la pobreza. La vivienda debe ser a un precio asequible. Si una persona no tiene donde construir sus sueños, no puede cumplir lo que tienen en mente. La vivienda es el primer paso y debe ser considerado algo básico”, concluye Andrés Millar.