El vocalista de Linkin Park, Mike Shinoda, habló sobre el impacto emocional de perder a su compañero de banda Chester Bennington. Según detalla Loudersound, admite que la ira fue una de las reacciones iniciales que experimentó después de que el cantante se quitara la vida en 2017.
En una reciente entrevista con Howard Stern, el músico responde al locutor de radio sugiriendo que él también estaría «enfadado» si experimentara la pérdida de un compañero de banda al igual que le ocurrió a Shinoda.
«Hay momentos en los que me he sentido así», reconoce Mike Shinoda. «Estoy seguro de que para otras personas fue lo mismo. Incluso los fans, también, por cierto. Y eso es natural, es normal, es como una de las etapas del duelo, ¿no? La ira está ahí».
Una compleja relación junto a Chester Bennington
Chester Bennington luchó contra serios problemas de salud mental durante gran parte de su vida tras una infancia turbulenta y abusiva. Durante la entrevista, Howard Stern le pregunta a Shinoda si los problemas de Bennington le asustaban. A lo que el el co-líder de Linkin Park responde: «En aquel momento, no», y añade: «Volvamos al principio: cuando conocí a Chester, no conocía sus historias. A medida que le iba conociendo, solía decir: ‘Nunca había oído hablar de una educación tan loca. Una infancia tan loca’. Corriendo salvajemente por las calles, consumiendo drogas duras en el tejado de su instituto y manteniéndose a duras penas fuera de la cárcel. Tan diferente. Y eso es lo que hizo que nuestra dinámica fuera lo que era. Yo no crecí así. Me sentía como un extraño porque era un niño mestizo que no tenía una comunidad a la que pertenecer. Soy medio japonés, no hablaba japonés, no parezco japonés, los niños blancos pensaban que obviamente no era blanco, los niños latinos intentaban hablarme en español… Siempre estaba flotando por ahí, no tenía un hogar».
Siguiendo con el punto sobre cómo era la vida alrededor de Bennington, Stern pregunta entonces si el compañero de banda de Mike Shinoda era «una persona difícil» de tratar.
«No, no», responde Shinoda. «No todo el tiempo. Los primeros días era más difícil porque no sabíamos cómo iba a ir. En los primeros días de Hybrid Theory, aún estábamos empezando, ganábamos aquí, perdíamos allí. Era duro. En medio de todo eso, tener a un tipo que se escabullía, desaparecía y volvía destrozado. Ni siquiera podías hablar con él, estaba hecho polvo. Pero también era divertido».
«Había un elemento de Chester que a veces era muy divertido cuando estaba así», agrega Mike Shinoda. «Y luego, normalmente, al día siguiente, era muy oscuro. Tenía mucha resaca, estaba enfadado con todo el mundo, gritándole a todo el mundo, y tú pensabas… ‘Vamos a pasar el día'»