Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con la directora social de María Ayuda, Ximena Calcagni.
Por estos días comentábamos los impactantes resultados del informe del Poder Judicial sobre hogares de la red de protección de niños, niñas y adolescentes en Chile. Sobrepoblación, violencia entre niños y abandono, entre las principales conclusiones. Es en este contexto, y a propósito del cuadragésimo aniversario de María Ayuda, esta institución alista la presentación de un nuevo modelo de gestión de sus residencias, conscientes de que los hogares de la red de protección son claves para evitar que niños caigan en la delincuencia.
¿Cuál es la mirada que tienen desde María Ayuda?
“Para que una residencia pueda funcionar se necesita que el sistema estructural funcione. En Chile hay 4600 niños y niñas vulnerables. Venimos hace años diciendo lo mismo que el informe del Poder Judicial. No hay condiciones ni mínimas para el funcionamiento de las residencias. El presupuesto no alcanza ni el 50% de lo que se destina. En materia de educación, nos dicen que los niños los devuelven a la 10horas de la mañana porque no tienen capacidad ni control de manejo”, señala Ximena Calcagni.
“No hay diseño territorial de lo que ocurre en los espacios. Uno de los errores más graves contenidos en el último periodo es que se homogenizaron los recintos. Se recibe a todos los niños sin distinción. Hay niños con consumo activo, niñas bajo explotación infantil con menores con problema de salud mental. Se junta todo y las condiciones básicas que requerimos, no están. Tribunales es parte del problema porque nos derivan niños y niñas con diversas condiciones. No tenemos las condiciones mínimas”, indica la directora social de María Ayuda.
¿Cómo es su nuevo modelo de gestión?
“Nosotros con este diagnóstico estructural que compartido, planteamos y comenzamos a investigar qué es lo que hay en día en torno a intervención. Hicimos un diagnóstico sobre lo que se hace acá y en el extranjero”, afirma Ximena Calcagni.
“La neurociencia y neurodesarrollo mira a cada niño según sus necesidades. Cuando son vulnerados estos niños y niñas, genera cambios biológicos y en permanente defensa. Nuestro plan se compone de tres ejes: el primero es la estructura que aborda una infraestructura terapéutica. Por otro lado se profundiza en la especialización dentro de la residencia con la capacitación continua. Transformamos la residencia como un espacio de cambio”, asegura la directora social de María Ayuda.
¿Cuál es el tiempo que están con los niños en promedio?
“El promedio general es uno o dos años. Queremos trabajar con niños de 6 7 años, con un enfoque terapéutico”, asevera Ximena Calcagni.
“Hay casos de adopción de niños. Sin embargo, en nuestro espacio se enfoca en niños más grandes y evidentemente apuntamos a que se profundice en esa área y rango de edad”, puntualiza la directora social de María Ayuda.
“La ley de adopción está pensada para los adultos. Sin embargo, en el proceso adoptivo no está pensado en niños mayores. La ley de adopción tiene un desafío enorme en mira de la necesidad de los niños”, apunta Ximena Calcagni.
¿Cómo funciona la evaluación y ejecución del modelo?
“Queremos hacer un modelo de gestión y no solo intervención. En María Ayuda tenemos 20 residencias y queremos pilotear en dos residencias: en Los Ángeles y Santiago”, cuenta la directora social de María Ayuda.
“Generamos indicadores y buscamos indicadores de cómo es el bienestar de los niños y como va sanando junto a su familia y comunidad”, agrega Ximena Calcagni.
¿Cómo se financia María Ayuda?
“Somos corporaciones. Nosotros tenemos que salir a buscar recursos. Cuando nos llega un niño o niña financiamos el 50%. Tenemos una red de socios, sumado a empresas que aportan. Pueden entrar a la página web y vía Transbank pueden generar su aporte”, aclara la directora social de María Ayuda.
Este proceso tiene mucho que ver con el amor, ¿Es así?
“Los vínculos son las bases de la recomposición y avance en esta materia. Desde María Ayuda estamos llevando adelante esta serie de planes e iniciativas. Creemos que realmente el amor sana el alma”, concluye Ximena Calcagni.