Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el académico UMCE, Dr. en Ciencias Sociales, sociólogo y experto en jóvenes y movimientos sociales, Humberto Abarca.
El pasado jueves se desarrolló una serie de manifestaciones en el marco del “mochilazo” en la región metropolitana. Diversos estudiantes de liceos emblemáticos protagonizaron incidentes y enfrentamientos con Carabineros en diversas arterias de Santiago, donde la tónica fue la violencia con la presencia de los overoles blancos. Para entender este fenómeno en estudiantes secundarios, sus formas de organización y manifestación relacionados con hechos de la violencia y demandas en los espacios educativos, conversamos con nuestro siguiente invitado.
¿Qué está pasando con los secundarios en relación al mochilazo?
“Podríamos decir que es la crisis de una promesa en dos sentidos: en primer lugar, es más profundo y tiene que ver con la explosión de la cantidad de estudiantes que ingresan no tiene relación con el empleo. Cuando una universidad te dice “tú puedes”, no tiene relación. La promesa de educación no se está cumpliendo”, señala Humberto Abarca.
“Por su parte, cuando se habla del mochilazo eso representa una esperanza. El Estallido Social mostró la crisis de la política social. Voy a hacer algo cuando ejecuto una acción, y eso es a través de la violencia”, indica el sociólogo.
“Que si yo no hago un acto violento, el Estado no me va a escuchar. Como joven se entiende que el Estado conspira contra uno. Esa relación se establece es porque las autoridades no tienen vínculo con la ciudadanía”, afirma Humberto Abarca.
¿Hay investigaciones recientes para entender más profundamente este fenómeno?
“Trabajo en formación de profesores y todos los días trabajamos esa crisis de la promesa. Esta crisis debe ser acompañada con una formación profesional y trabajar en conjunto con las comunidades. Se perdió los avances a corto, mediano y largo plazo en la política. Esto es una crisis de esperanza. Se ha instalado en el país la percepción que no hay salida. Esta generación ha hecho suyo el baile de los que sobran”, asegura el soliólogo.
¿Qué hay detrás de los mochilazos? ¿Cómo se entienden los overoles blancos?
“Respecto a los overoles blancos hay una perspectiva de mostrarle a la opinión pública lo que es el sistema. Es un “ténganse presente”. Una respuesta a la violencia del Estado. Es una forma violenta de demostrar cómo se presenta el Estado. No es una respuesta válida. Los overoles blancos son una transformación de la desesperanza política”, asevera Humberto Abarca.
¿Qué diferencia tienen con los del 2011?
“En esos años se puso el lucro y la educación como demanda. En el mochilazo vemos un resabio del 2011. Es lo que queda del Estallido social mediante la transformación y su visión del poder del Estado”, puntualiza el sociólogo
¿Del octubrismo?
“Es un espíritu de revuelta que tiene que estar vivo. Esa forma de entender la realidad es a través de la violencia y eso hace perder sentido en la población. Es una lucha contra el Estado”, sentencia Humberto Abarca.
¿De qué sectores provienen los estudiantes?
“Son jóvenes que provienen de sectores vulnerables, en universidades como las nuestras, seis de cada diez pertenecen y vienen de esos espacios. En Chile las desigualdades no han cambiado y las manifestaciones y formas de expresión seguirán. Las demandas del mochilazo apuntan a demandas concretas que no han sido atendidas de manera adecuada, tales como infraestructura, alimentación, etc”, plantea el sociólogo.
¿No es una excusa?
“Lo dirá con total responsabilidad: es algo que vendrá ocurriendo y si tenemos jóvenes manifestándose en esa dirección, con una falsa esperanza, estamos mal como país”, fundamenta Humberto Abarca.
¿Son de agrupaciones anárquicas?
“Creo que no hay que ver esa violencia como algo que es construida de la nada. Lo tiene, y guarda relación con la ausencia de la resolución de los problemas. Como sociedad estamos generando este caldo de cultivo. Continuará y en la medida que se perciba un bloqueo mayor, evidentemente se tendrá un espacio de desarrollo. No es culpa del K-Pop, sino es lo que nosotros mismos producimos”, complementa el sociólogo.
¿Qué pasa con el proceso de constitución?
“Al otro día de la votación, hubo una gran manifestación de estudiantes. Ni federaciones estudiantiles ni grupos universitarios o secundarios fueron parte de cabildos y espacios organizativos. Son lugares y grupos que deben ir construyendo”, agrega.
¿Se puede lograr acuerdo con estos grupos?
“Hay que ponerle palabras a esa rabia y falta de esperanza ante el trabajo. Cada institución y persona tendrá la capacidad de ir sumando con pequeños gestos los cambios. No podemos dejar de lado en forma macro la resolución de esos conflictos. Hay que explorar formas de integrar la participación de los nuevos jóvenes y eso no está en la política actual”, concluye el sociólogo y experto en jóvenes y movimientos sociales, Humberto Abarca.