La mañana de este martes, la Seremi de Salud de la Región Metropolitana llevó a cabo la fiscalización de un supermercado de la comuna de Estación Central.
En esta descubrieron que dentro del supermercado se encontraban disponibles para la venta productos fuera de la normativa e incumplimientos en materia de sanidad. Tras la inspección decretaron la prohibición de funcionamiento de dicho supermerccado.
Vendían carne de tortuga y otros alimentos exóticos
A través de redes sociales se efectuó una denuncia ciudadana del supermercado, a la cual la la Seremi de Salud de la Región Metropolitana asistió y verificó el incumplimiento del Reglamento de Alientos. Además, identificaron que el local comercial no contaba con el rotulado nutricional necesario en los productos.
Gonzalo Soto, Seremi de Salud de la Región Metropolitana, reportó que, entre las ventas de alimentos, encontraron parto congelados que no contaban con ningún tipo de información nutricional.
Además, encontraron que dentro del local también se ofrecía calamar y tortugas. «Hay mucha venta de alimentos que no tienen el etiquetado en español. No hay información de los componentes nutricionales, porque están en chino y no se está cumpliendo con la ley de etiquetado», indicó Soto.
#AHORA | Seremi @gonzalouno fiscaliza local por denuncia ciudadana debido al incumplimiento del Reglamento de los Alimentos e inexistencia de rotulado nutricional. pic.twitter.com/3bgGPszJTC
— Seremi de Salud RM (@SeremiSaludRM) March 14, 2023
Cabe destacar que ya ocasiones anteriores el supermercado fue sancionado debido a sumarios sanitarios. «Decretamos la prohibición del funcionamiento de este supermercado. También se expone a multas que pueden llegar hasta 60 millones de pesos», indicó el Seremi de Salud de la Región Metropolitana según consigna CNN.
«Puede haber productos que pueden generar una reacción alérgica y no lo sabemos. Puede haber productos que pueden tener un efecto farmacológico y tampoco lo sabemos, o que pueden tener alguna sustancia prohibida en nuestro país», concluyó Soto.
El supermercado también contaba con incumplimientos graves para la venta de alimentos pensados para niños, como dulces, beidas y golosinas. Estos no contaban con las especificaciones en español requeridas ni tampoco con las advertencias necesarias.