Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con el analista político, académico y director de Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno.
Este lunes el Gobierno reveló las 46 comunas que formarán parte del plan “Calles Sin Violencia”. El que el pasado 6 de abril fue dado a conocer por la ministra del Interior, Carolina Tohá. Y luego, por el propio Presidente Gabriel Boric, tras la muerte del cabo Daniel Palma. En concreto, se trata de una serie de medidas que se implementarán en las comunas con mayor concentración de hechos violentos, con trabajo de Carabineros, PDI y el Ministerio Público. De sus aspectos preventivos, dotación por zonas y activación del plan conversaremos con el siguiente entrevistado.
En términos generales, ¿cómo se ve el momento que está viviendo el gobierno en el tema de seguridad?
“La agenda de orden público y seguridad se ha tomado la agenda de Gobierno haciendo que La Moneda esté centrada completamente en este tema. Si te fijas en las campañas, en la franja tanto de oficialismo como de oposición, el tema de seguridad es el eje principal de la disputa, aunque a quienes elijamos van a tener una función distinta. Esto es porque el tema responde a un clima de la opinión pública respecto a la seguridad, haciendo que el Gobierno ni siquiera pudiera celebrar concretamente la aprobación de las 40 horas”, señala Marco Moreno.
¿Crees que esto afecte a la elección de consejeros constitucionales?
“Las elecciones cada vez más son plebiscitos emocionales y sobre el poder. Uno podría hablar desde lo racional, pero evidentemente en esta elección va a haber un factor de respuesta, de la amenaza de un voto de castigo al gobierno que le confiere una carga emocional extra al voto. Cualquier Gobierno que se someta a procesos electorales se preocupa por la posibilidad de que se vote en virtud de la opinión de la gestión. El gobierno de Gabriel Boric va a tener elecciones todos los años de su mandato. Las votaciones muchas veces se hacen para canalizar el enojo por parte de la población”, indica el analista político.
¿Qué ha pasado respecto al último cónclave de la coalición oficialista y cómo podría influir?
“Este Gobierno es propenso a hacerse autolesiones cuando parlamentarios votan desalineados y tienen agendas particulares. Se muestra una dificultad, un déficit de cultura coalicional. No podemos pensar que es un regimiento, pero es distinto a estar permanentemente generando problemas por no tener capacidad para procesar las legítimas diferencias internas. Casos como la Ley Naín-Retamal donde una parte de la alianza del Partido Comunista derechamente votó en contra de un proyecto con patrocinio del gobierno es muestra de esto. Tenemos por delante la reforma de pensiones, el proyecto de sexto retiro, la reforma de salud. Son temas que seguramente se conversaron en el cónclave donde la coalición va a ser sometida a presión”, asegura Marco Moreno.
¿Será signo del tiempo político que corre, con personalismos crecientes?
“Tenemos un sistema político fraccionado, atomizado, que hace que sea difícil para cualquier gobierno, independiente del sector político. En 1990 con el retorno a la democracia había siete partidos con representación en el Congreso. Ahora son veintiún partidos, más un número importante de parlamentarios que buscan constituir nuevos partidos, haciendo más difícil el trabajo de lineamiento de las fuerzas parlamentarias por parte de un gobierno. La política ahora se hace en el parlamento, porque los parlamentarios tienen su propia agenda. Estamos ad-portas de procesos electorales importantes con elecciones todos los años y los parlamentarios están pensando en su propia reelección. Nosotros podemos ser críticos de la Concertación que gobernó entre 1990 y 2010, pero es una coalición que supo poner a un lado sus diferencias para trabajar en conjunto, con diferencias mucho más grandes que las internas que aquejan actualmente a Apruebo Dignidad”, afirma el analista político.
¿Qué piensas de la idea de virar hacia un sistema más parlamentarista?
“Hemos observado en todas las administraciones, desde Bachelet en adelante, que los presidentes no tienen mayorías para gobernar teniendo problemas para avanzar. La propuesta que presentó la Comisión de Expertos mantiene el sistema presidencialista y ahora en la presentación de enmiendas se introdujeron bastantes ideas en el sentido de modificar el sistema político que ahora tiene atrapado a los gobiernos si no tienen mayoría para trabajar. Se piensa en fortalecer los partidos políticos y en buscar mecanismos para fortalecer al presidente. En la teoría estamos en un sistema presidencialista, pero en la práctica el Congreso tiene cada vez más incidencia. Por ejemplo, cuando se presentó la agenda de proyectos de ley en seguridad el anuncio fue un acuerdo donde ambas Cámaras se pusieron de acuerdo, con una presencia acotada del gobierno”, concluye Marco Moreno.