El Día Internacional del Jazz se celebra eshoy viernes en todos los países del mundo. Fue la Unesco la que estableció desde 2011 el 30 de abril como una fecha para visibilizar el jazz. Especialmente por sus valores universales, por lo que simboliza y fomenta, más allá de la música.
Saxos, pianos, vibráfonos, contrabajos, baterías y guitarras suenan hoy 30 de abril con un objetivo común. El Día del Jazz 2021 une otro año más a instituciones educativas, historiadores, gobiernos, músicos y fans de todo el mundo. Todo con el objetivo de promover el arte del jazz y de sus raíces. Además, en la sensibilización sobre su impacto social y en la promoción de su futuro.
Y en la radio del rock, nos sumamos al Día Internacional del Jazz 2023. A coninuación, te contamos los motivos para celebrar este día, además del origen del jazz y la evolución que el jazz ha tenido a lo largo de su historia.
¿Por qué se celebra el Día internacional del jazz?
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Unesco, estableció hace una década el Día Internacional del Jazz con el objetivo de sensibilizar sobre la capacidad de la música jazz como herramienta de concordia que vence barreras y abre caminos para la paz.
La Unesco establece que el jazz impulsa el diálogo y la comprensión, la tolerancia y la cooperación entre pueblos y contribuye a la construcción de una sociedad más inclusiva. Además, fomenta la igualdad de género, integra a la juventud en el cambio social y promueve la improvisación, la innovación artística y la libertad de expresión.
Las ventajas sociales del jazz y el carácter integrador de esta música, dan sentido al Día Internacional del Jazz que hoy celebramos. «El Día del Jazz es una oportunidad de oro para que la humanidad se reconecte, especialmente en medio de todo este aislamiento e incertidumbre», dijo el célebre Herbie Hancock el psado Día Internacionald el jazz en 2020.
El verdadero origen del género
El jazz es el resultado de una fusión de razas, culturas y tradiciones. El área de Nueva Orleans, donde se estableció una gran comunidad de esclavos procedentes de África, fue geográficamente su lugar de origen. La Plaza Congo Square de la ciudad era el gran lugar de encuentro de los esclavos, que improvisaban tambores y otros instrumentos y acompañaban sus fiestas al ritmo del batir de pies y manos.
Canciones del vudú antillano y ritmos de las islas del Caribe se mezclaban con cantos de trabajo, danzas rituales y músicas religiosas, y de la opresión, con improvisación y creación colectiva, fue naciendo una nueva forma de música: la semilla del jazz estaba sembrada.
Tras la Guerra de Secesión estadounidense y con la abolición de la esclavitud, la música se convirtió en el modo de vida de muchos de los esclavos liberados. Además, apareció una nueva clase social afroamericana, que tuvo acceso a una educación musical sin perder su conexión con la música tradicional afroamericana. Así, la correlación de cuestiones históricas, raciales, musicales, sociales, y religiosas, dieron origen al jazz.
Cómo ha evolucionado esta música
Desde su primera expresión en Luisiana, el jazz evolucionó pasando por diferentes estilos, variando las agrupaciones de músicos, incorporando nuevos instrumentos, o renovando síncopas y ritmos, dando origen a un sinfín de ramas y estados. A lo lardo del siglo XX, el jazz fue evolucionando y enriqueciéndose. Dixieland, ragtime, swing, bebop, cool jazz, hard bop, funky, soul jazz, free jazz, y un largo etcétera dan fe de ello. Y en el camino, el jazz se encontró con otras culturas musicales, dando también origen a los distintos géneros considerados jazz fusión. Ahí encontramos jazz rock, jazz latino, jazz afrocubano, o jazz flamenco.
Nacida como música popular y en la calle, el en vivo es el medio natural del jazz. A base de improvisación y sin partitura, gran parte de sus manifestaciones son efímeras, pero del mismo modo es una música que perdura. En este Día Internacional del Jazz 2023 podemos asegurar que el jazz goza de buena salud y su carácter intergeneracional garantiza la continuidad de una música que trasciende fronteras, razas o cuestiones de género. Y, por supuesto, una larga vida al jazz.