ENTREVISTAS

Heraldo Muñoz: «No debe haber un solo relato sobre el Golpe. Es importante mirar ese periodo con ojos críticos»

En el contexto de la reedición de "La sombra del Dictador", conversamos en #FuturoPSP con el ex canciller, Heraldo Muñoz.

Heraldo Muñoz
Agencia Uno

Sobre las próximas elecciones del 7 de mayo, los errores y aciertos del actual gobierno, el Partido Socialista y la reeedición de su libro,» La sombra del Dictador» a 50 años del Golpe, conversamos en Palabras Sacan Palabras con el ex canciller, Heraldo Muñoz.

¿Cómo vive usted los 50 años del Golpe?

Este es un libro reeditado que publiqué primero en Estados Unidos y fue traducido al español y publicado en España y en Brasil traducido al portugués. Ahora llega a las y los lectores de nuestro país con una edición reeditada y un largo prologo que cuenta mis memorias personales entrelazadas con una narrativa de lo que está sucediendo en el país desde el Golpe hasta 2009 que es aproximadamente donde terminé de contar la historia. Cuento lo que pasó conmigo ese 11 de septiembre del 1973 y voy narrando anécdotas e historias, muchas de ellas desconocidas. También narro sucesos más cercanos como el estallido social, el 15N cuando llegamos al acuerdo constituyente, etc.

Respecto a su experiencia teniendo que armarse el día del Golpe, ¿cómo reinterpreta esa escena el Heraldo Muñoz de ahora?

Mucha gente piensa que es un distinto Heraldo Muñoz, de 22 años que ingenuamente creía que podía contribuir a la defensa del presidente Salvador Allende en un clima extremadamente polarizado y con un secreto a voces de que habría un golpe militar, solo que no se sabía cuándo. El Partido Socialista también creía que podía instruir a algunos militantes para esta defensa y cuando me lo dijeron yo fui. Para saber cuál fue el desenlace de todo esto tienen que leer el libro. Vale recordar que este fue un periodo marcado por la injerencia de Estados Unidos y que contó con más atentados anteriormente financiados por sectores de la extrema derecha. Soy muy autocrítico de lo que sucedió en ese periodo. Si bien el gobierno de Salvador Allende significó muchas esperanzas, el maximalismo de sectores de mi propio partido significaron una erosión del gobierno. Todo esto contribuyó en un clima de polarización que derivó en el golpe. Por eso las circunstancias de ese día nos hacían creer que el Partido Socialista podía dar órdenes cuando era evidente que no se podía. Era tanto así que el Ejercito pudo tomar el poder en menos de 24 horas.

¿Cómo encuentra el clima país a 50 años del Golpe de Estado?

Efectivamente no debe haber un solo relato sobre el Golpe. Es importante mirar ese periodo con ojos críticos. El mundo vivía momentos de cambios, particularmente la instalación del régimen autoritario de Pinochet fue en época de Guerra Fría. Hay que ponerse en ese contexto y reflexionar sobre el mayor quiebre institucional que ha tenido nuestro país y que ha afectado a distintas generaciones. Fui a ver una película de Patricio Guzmán y me sorprendió ver que la mayoría de las personas del cine eran menores de 40 años, que no habían vivido esa experiencia. Hay que recordar con la memoria de los detenidos desaparecidos, de los silenciados. Pero no podemos quedarnos solo con el dolor, hay que mirar a futuro.

¿Hay algún mínimo común en los 50 años del Golpe?

La clave es defender y profundizar la democracia con un nuevo pacto social amplio para ir en la dirección de los cambios sustentables, con mayorías sociales y políticas. Creo que no podemos volver a cometer el error de buscar cambios profundos sin mayorías ciudadanas. El Presidente Boric hizo una elocución muy importante cuando inauguró el monumento del presidente Aylwin diciendo que hay que mover la barrera de lo posible. Creo que tiene razón, pero hay que mover esta barrera con mayorías políticas. Esta puede ser la herencia más revolucionaria de nuestros días, para borrar la sombra del dictador. Quizás una de las representaciones más concretas sería tener una nueva Constitución que sea, efectivamente, la casa de todos, para dejar atrás la polarización de nuestro país.

¿Cómo interpreta el apoyo del expresidente Ricardo Lagos a Jaime Ravinet?

Lagos ya clarificó esa situación y dijo que su candidata era Natalia Piergientili. Lo que hizo fue reconocer los méritos de uno de sus ministros y no creo que esos dichos se usen como parte de la campaña. Quiero que a Natalia le vaya bien porque es una mujer de futuro y creo que el expresidente va a hacer lo posible para apoyarla.

Pero usted se sorprendió.

Sí, fue una suerte de un paso en falso. Fue un gesto de generosidad para decir algo positivo de un exministro que se tomó con una intención que no era.

¿Está de acuerdo con el pronóstico de Juan Luis Castro sobre el mal rendimiento del oficialismo en las próximas elecciones?

Es tan difícil hacer pronósticos. Yo creo que tiendo a compartir lo que ha dicho el senador Juan Luis Castro. Me temo que no será muy positivo para el oficialismo. Son momentos donde la gente no está pensando en la Constitución, está pensando en la delincuencia, en la inflación, en cuestiones más inmediatas. En ese contexto los populismos que aparecen en la franja ofreciendo soluciones mágicas puede que consigan más votos. Es difícil saberlo por el voto obligatorio, pero me temo que no sea todo lo positivo que nos gustaría para el Socialismo Democrático. Me habría gustado ver al Partido Socialista junto al Partido por la Democracia, el Partido Radical y el Partico Liberal. El argumento para ir separado era que ir juntos dejaría fuera a muchos votantes que no votarían por una lista única porque el progresismo es más variado. La idea era ensanchar el apoyo al gobierno y no estrecharlo en una sola coalición. Veremos cual será el resultado de esto después del 7 de mayo.


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