De las definiciones claves en la Comisión Experta Constituyente y las más de 900 enmiendas para el anteproyecto de nueva Constitución, conversaremos en Palabras Sacan Palabras con uno de sus integrantes, Hernán Larraín.
¿Cómo se llega a esta cifra tan alta de enmiendas?
La comisión empezó su trabajo con un muy buen espíritu y logramos presentar un primer documento consensuado con los criterios básicos de cada capítulo. En esta segunda etapa empezamos con las enmiendas y nos sorprendió a todos la explosión de tantas. Algunas de estas enmiendas buscaban cambiar los consensos anteriores generando una primera polémica. La segunda es que algunas de las indicaciones que se buscaban incluir pertenecían a elementos del texto de la Convención Constitucional, que fue rechazado ampliamente. Pero luego de hablarlo con las partes involucradas, llegamos a un acuerdo de respetar los consensos y de respetar el espíritu que teníamos originalmente y no volver a revivir este otro espíritu que fue rechazado.
¿Qué aspectos de la constitución rechazada?
Por ejemplo, en la comisión que ve el Poder Judicial. En la Convención se intentó modificar el Poder Judicial por Sistemas de Justicias que nivelaba todo al mismo nivel y obligaba a usar enfoque de género. Pensar que todos los jueces son iguales es destruir la forma y naturaleza de la Corte Suprema. Pensar que los jueces tienen que tener un prejuicio como la perspectiva de género va más allá de la ecuanimidad que se buscan y afecta los fallos judiciales. Lo cierto es que ya advertí un espíritu de retomar el consenso que teníamos al inicio.
¿Entonces todo aquello que fue incorporado en la primera propuesta y que es distinto a la Constitución actual tiene que estar rechazado? ¿En qué parte de los bordes constitucionales se limita que se aplique el enfoque de género en los jueces?
Creo que no me expresé bien. Desde luego que hay piezas de la propuesta que se pueden rescatar y que pertenecen a derecho comparado. Pero hay elementos que pertenecen al debate de lo que se rechazó
¿Cree que la perspectiva de género en los jueces fue parte de lo rechazado?
No se trata de eso. Que un juez falle con enfoque de género rompe la imparcialidad y la objetividad con la que un juez tiene que fallar. Si hay un contrato y una de las partes rompe el contrato, ¿hay que fallar favorablemente sobre una de las partes porque es mujer? La perspectiva de género tiene que ver cuando hay una mujer de por medio tiene que tener un prejuicio a su favor y eso es introducir un factor que puede ser discriminatorio.
¿Entonces cuál es el espíritu detrás del rechazo a lo propuesto por la Convención? ¿Hay algo rescatable?
Hice una generalización. En el texto de la convención hubo algunos ejes que fueron rechazados. No todo era rechazable o repudiable. Hubo un contexto que motivó el rechazo. ¿O no hubo rechazo? Pasó y eso que se rechazó no fue el 100 por ciento de lo que se presentó porque la gente no tenía la claridad del 100 por ciento de los artículos. Nadie ha insistido en los Sistemas de Justicia o en el Consejo de Magistratura. Pero hay puntos que fueron parte de lo rechazado y que no queremos que se vuelva a reproducir. Agregar elementos que aporten y no aquellos que pertenecen a lo que se llamó como la desmesura de la Convención. Tenían la mayoría para hacer un texto bueno y escribieron uno que fue rechazado por la mayoría de los chilenos.
¿Cree que las campañas electorales estén interpretando bien lo que tenemos que votar este 7 de mayo?
Tengo que confesar que el trabajo que nos significa la Comisión de Expertos es de tal nivel de absorción que no he visto la franja. De repente veo un afiche de personas que conozco y de otras que no, pero estoy abstraído del debate. Espero que haya un buen debate y que la gente se interese. Si nos involucramos en el proceso constituyente es porque hay cosas que quedaron pendientes. Lo primero es hacer que la gente se interese porque es un proceso que les pertenece. Hay que hacerse parte de un proceso que Chile necesita.